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domingo, 27 de marzo de 2011

LAS HISTORIAS DE ROBERTO CONTI (22a parte)

DE PATAGONIA CON AMOR (Continuación)

Sacaron de un pequeño hangar un hermoso y reluciente B-18 y tomaron vuelo hacia la cabaña.







 Durante el vuelo Marcelo le contó a Ernesto de sus vuelos de reconocimiento rasantes que hacía en la segunda guerra en las selvas africanas.

Una vez estaban cerca de la cabaña Marcelo maniobró para bajar lo más cercano a la copa de los árboles y Ernesto apretándose el cinturón y abriendo sus ojos le dijo, - Oye Marcelo no tienes que tomarte tan en serio lo del vuelo bajo. – Tranquilo Ernesto que tengo más experiencia que Conti en vuelo bajo, ja,ja. – No me lo nombres que ahora debe estar en brazos de mi Solange, maldito desgraciado “tenientucho”. –

Al estar ya casi encima aceleró y se inclinó a la derecha para que ambos pudieran divisar la cabaña. Se alejaron y Marcelo dijo - Esos pobres se han debido pegar el susto de sus vidas. – Ernesto mordiendo un cable le dijo, - Pasa otra vez que quiero ver a ese tenientito y maldecirlo en su cara - Y le responde Marcelo, - Acaba de subir el precio del vuelo por darme órdenes no acordadas, je, je. –

Pasaron de nuevo pero esta vez más lento. Ahí estaba el Land Rover y yo sin camisa. Ernesto pegó la cara a la ventana y gesticulando con el puño sobre su cabeza me gritó como si pudiera escucharlo - ¡Ya te cogeré por el cuello maldito desgraciado y me vas a escuchar cuando nos veamos! –

Bianchi riéndose de Ernesto hizo secretamente la maniobra de saludo para dejarme pensando. Luego analizando con Solange pensamos en que Bianchi quiso despedirse amigablemente de nosotros en secreto.

Luego le dije a Solange, - Bueno mi amor, creo que esta interrupción de celos merece otro whiskey. – Te amo Roberto. – Me dijo dulcemente. Me abrazó y continuamos con nuestra romántica noche riéndonos por lo sucedido y contándonos toda clase de anécdotas.

Gozamos de nuevo de nuestra intimidad esta vez con más pasión al sentirnos por fin rodeados del silencio de la naturaleza y esas inmensas montañas australes.

Lo que continuó después con mi vida y la de Solange quedó impreso en las letras de la novela que escribí sobre nuestra hermosa historia en mi libro “La leyenda de Dos Laguitos” dedicada a mi gran amor… Solange.

Solange


FIN



Con "Roberto Conti".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bonita y romántica historia... Con interrupciones incluídas!! Un abrazo y gracias por compartirlo. Manu.