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lunes, 7 de agosto de 2017

VAMOS A HACER LA COLA


Llegó Enero del 2017 y ya estaba con mi esposa y mis 4 hijos adoptivos instalados en la ciudad de Villavicencio. Miraba hacia los llanos orientales y sentía que venían vientos de esperanza que alimentaban mi sed de volar.

Llegó el día que ya estaba organizado en mi casa, me puse mi uniforme de piloto, organicé un par de hojas de vida, tomé mi cicla, recibí la bendición de mi mujer y me dirigí al aeropuerto Vanguardia a empezar literalmente a tocar en cada puerta de las diferentes empresas. 

En algunas empresas me recibieron con cordialidad y aunque decían que en el momento no necesitaban pilotos me recibian mi hoja de vida. Alguien en cambio me fue regañando diciendo. " Y quien le dijo que yo estaba necesitando pilotos?" Y así pasó el primer dia "Haciendo la cola".

Estaba preparadome mentalmente para varios meses de intentos y de espera...pero un nuevo milagro hizo que las cosas cambiaran antes de lo que me imaginaba.

Llegó el segundo dia y empecé de nuevo a tocar las puertas una por una. Decidí avanzar por los hangares que estaban mas lejos del aeropuerto. Caminaba por la rampa hacia el sector norte bajo un fuerte sol llanero. Miré al cielo y le pedí a mi Diosito que me apoyara en mi proyecto de conseguir trabajo como piloto y de nuevo sentí como el campo cuántico se infectaba con mi fuerte intención.

DC-3 de Air Colombia en camino hacia los hangares del norte.

Dos DC-3 de carga aérea.

Antiguo Antonov abandonado al lado de un hangar.

Llame por mi celular a mi amigo Jorge Sanpalencia que se encontraba trabajando como despachador en una escuela de aviación y le pregunte por la localización de esta escuela. Aunque allí solo reciben pilotos instructores pensé en preguntar si había posibilidad de hacer mis prácticas para lograr mi licencia de instructor de tierra.

Mi amigo Jorge vivía antes en Yopal y esta estudiando aviación para piloto comercial. Lo había animado a que fuera a buscar oportunidades a Villavicencio y después de trabajar temporalmente en un par de empresas logró entrar como despachador en esta escuela. Ahora él era mi único contacto! 

Me llevó hasta la oficina del jefe de operaciones y me presentó con el capitán encargado. Su primera pregunta fue "Es usted instructor?" Le respondí que deseaba ser instructor y que tenia mi diploma básico de instructor de tierra pero debía hacer prácticas en alguna materia para así habilitarme como instructor en esa materia. Me respondió que no sabía si habían clases disponibles y que dejara mi hoja de vida.

Me despedí pensando en que tal vez no habrían posibilidades y decidí ir a la rampa a observar como uno de los alumnos de esta escuela preparaba uno de los aviones para un vuelo de instrucción. Logré compartir un poco sobre su experiencia en la escuela. De repente se acercó el jefe de operaciones y mientras le daba algunas indicaciones al alumno escuché que mencionó la palabra mágica "simulador"  . Sentí como mi Diosito me iluminó y me acerque al jefe y le pregunte que si podía asistir a alguna clase de simulador. Me respondió que si, pero tenia que ir hasta un pueblo llamado Apiay a media hora en carro. 

Pensaba que en mi cicla iba a estar como difícil y se me ocurrió preguntarle que si él iba a ir para allá. Me dijo que si y me atreví a pedirle que me llevara. Me dijo que lo esperara en la entrada del aeropuerto donde todos los pilotos "Hacen la cola" y que allí me recogía. Sentí una fresca alegría de saber que por lo menos podría acercarme así a esta escuela. 

Me dirigí a este sitio especial donde se reúnen los pilotos para esperar alguna oportunidad de vuelo. Estos pilotos ya tienen sus contactos, están en regla para volar y simplemente están ahí atentos por si aparece algún vuelo charter. Yo en realidad no estaba haciendo la cola pues ni siquiera tenia algún contacto con quien volar.

Estaba charlando con un par de pilotos y disfrutando de sus increíbles historias de sus vuelos en los llanos. Quería todas esas historias para mi Blog! De pronto paró una camioneta al frente de nosotros. Era el jefe de pilotos de la escuela. Me señaló y me indicó que me subiera. Los demás pilotos me miraron con cara de desconcierto como diciendo, " En vez de entrar a volar...se lo llevan?"

Continuará...

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