JULIO 4
DIA DE LA INDEPENDENCIA
DE LOS ESTADOS UNIDOS
Volvimos a salir del apartamento rumbo al aeropuerto de
Miami por cuarta vez con la esperanza de que este día pudiera por fin viajar a
Colombia. En el camino veía la autopista, los edificios y me preguntaba si los
iba a ver de nuevo mañana en caso de no conseguir cupo otra vez. Afortunadamente
no tenía que estar andando con mis maletas y los aeromodelos pues estaban ya
chequeados con la aerolínea.
Nos despedimos y volví a mi acostumbrado ritual de irme a presentar con el encargado de los cupos en una nueva sala de espera. El grupo de espera andaba muy ansioso y andábamos preguntando constantemente por información. Pasaron unas tres horas y nos encontrábamos de nuevo con la incertidumbre de encontrar cupo y el comentario era que tal vez hoy por ser día de la independencia mucho menos habría cupo.
De pronto la encargada llamó a los que quedábamos del grupo de espera que éramos unos cuatro y dijo, “Señores les tenemos buenas noticias, hay cinco cupos disponibles así que por favor vayan pasando en orden para tomar sus datos y asignarles su asiento”. Yo dejé que todos pasaran primero y cuando me tocó mi turno me dijo la encargada que quedaban dos puestos y el pasajero de clase económica había aparecido a último momento y solo quedaba uno en primera clase.
No podía creerlo! American Airlines me iba a llevar en primera clase! Me miró la encargada y con una amplia sonrisa me dijo, “ El que ríe de ultimo ríe mejor!”. Sentía como el Universo estaba confabulando a mi favor! Llamé enseguida a mi esposa se puso muy feliz y gritó, “Aleluya por fin! No debería de alegrarme poque te vas pero que dicha que lograste el cupo!! Yeheee!!”.
Nos despedimos y volví a mi acostumbrado ritual de irme a presentar con el encargado de los cupos en una nueva sala de espera. El grupo de espera andaba muy ansioso y andábamos preguntando constantemente por información. Pasaron unas tres horas y nos encontrábamos de nuevo con la incertidumbre de encontrar cupo y el comentario era que tal vez hoy por ser día de la independencia mucho menos habría cupo.
De pronto la encargada llamó a los que quedábamos del grupo de espera que éramos unos cuatro y dijo, “Señores les tenemos buenas noticias, hay cinco cupos disponibles así que por favor vayan pasando en orden para tomar sus datos y asignarles su asiento”. Yo dejé que todos pasaran primero y cuando me tocó mi turno me dijo la encargada que quedaban dos puestos y el pasajero de clase económica había aparecido a último momento y solo quedaba uno en primera clase.
No podía creerlo! American Airlines me iba a llevar en primera clase! Me miró la encargada y con una amplia sonrisa me dijo, “ El que ríe de ultimo ríe mejor!”. Sentía como el Universo estaba confabulando a mi favor! Llamé enseguida a mi esposa se puso muy feliz y gritó, “Aleluya por fin! No debería de alegrarme poque te vas pero que dicha que lograste el cupo!! Yeheee!!”.
Entraba la noche e iniciamos el carreteo a la pista rodeados
de esas fabulosas luces azules que guían al piloto hacia la pista para despegar.
Gozaba cada instante como un regalo muy especial del universo y recordaba todos
estos días de espera y que por fin dieron fruto.
Despegamos y me divertía reconociendo cada una de las pistas
del aeropuerto, los canales de agua que lo rodean, las magníficas autopistas
que tanto gocé. Dejaba todo atrás para
entregarme al sueño de llegar a Colombia y empezar una nueva vida. A medida que
tomábamos altura podía ver un hermoso atardecer en el horizonte y la noche ya
envolviendo el sur de Miami. Otra vez gozaba de ese hermoso espectáculo del
vuelo nocturno como cuando rentaba el avión Cessna 172 en las noches llevando
parejas en los “vuelos del amor”, ver ese millón de luces de la ciudad como
diamantes sobre terciopelo negro.
De pronto vi como en
varias partes de la ciudad explotaban luces de mil colores. Eran los fuegos
artificiales de la independencia! Sabía que mi familia estaba reunida viéndolos
y habrán comentado, “ De lo que se perdió Carlos”, pero no se imaginaban que estaba
viéndolos desde arriba! Desde donde nadie más sino los que están volando pueden
verlos!
A medida que avanzaba
el vuelo el atardecer se volvió una hermosa línea roja en el horizonte y me
daba la sensación de poder ver la curva de nuestro planeta tierra. Media hora después
me dieron una exquisita cena con un buen vino con todas las atenciones que
brindaba American Airlines. Luego al entrar
completamente la noche pude ver que pasábamos sobre Jamaica y sus luces parecían
un conglomerado de estrellas. Pude reconocer las pistas de Montego Bay y de su
capital Kingston y recordé cuando viajaba allí como auxiliar de vuelo.
Después de un par de horas, sorpresa, la línea costera de
Colombia y me dije aquí vamos! Recordé mis antiguas épocas de entrenamiento en
el B-727 en Avianca y pude reconocer la mayoría de la ciudades que
sobrevolábamos. Disfrute paso a paso la aproximación al aeropuerto El Dorado de
Bogotá y cuando iniciamos la aproximación agudizaba mi vista para tratar de
reconocer el paisaje Bogotano.
Flotamos sobre la pista y el avión se sacudió ligeramente anunciando su contacto con la pista… aleluya, ya estaba en Bogotá! Disfrute pegado a la ventana cada metro en el rodaje hasta la rampa de parqueo. Ver a los auxiliares de tierra, a los agentes con su uniforme amarillo fosforescente que decía POLICIA en español.. Ahh!! Si! Definitivamente estaba en Colombia!
Flotamos sobre la pista y el avión se sacudió ligeramente anunciando su contacto con la pista… aleluya, ya estaba en Bogotá! Disfrute pegado a la ventana cada metro en el rodaje hasta la rampa de parqueo. Ver a los auxiliares de tierra, a los agentes con su uniforme amarillo fosforescente que decía POLICIA en español.. Ahh!! Si! Definitivamente estaba en Colombia!
Cuatro de Julio, dia de la independencia de los Estados
Unidos… y si, ese dia me independicé de los Estados Unidos!
Gracias capitán Andrés Gómez de American Airlines por brindarme
este vuelo hacia mi gran aventura de regreso a Colombia.