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domingo, 30 de julio de 2017

VILLAVICENCIO ME LLAMA


Después de los intentos en la aerolínea SATENA seguí tratando de lograr entrevistas en algunas aerolíneas charter donde no tuviese problema por mis 55 años de edad. Mientras seguía trabajando en un Call Center en Bogotá y de vez en cuando daba clases en mi simulador SIMTAC.

De pronto un nuevo milagro empieza a mostrar sus primeros pasos.
Un alumno de simulador, Ronald Fresneda logró pasar los procesos para el curso de copiloto del A-320 en la empresa Avianca. Yo estaba feliz como si hubiese sido yo el que lo había logrado. Durante unos 3 meses hizo su curso y lo enviaron a su examen final al simulador de Miami antes de firmar contrato.

Pero lo impensable sucedió. Al final del chequeo en el simulador el instructor arbitrariamente decidió que él no entraba a Avianca. Ronald después de muchos diálogos no logró saber porque este instructor decidió no ayudarlo. Luego trató de entrar a un nuevo curso pero no lo lograba.

Ronald decidió seguir buscando oportunidades en la aviación y encontró una oportunidad volando como capitán de un avión Piper PA -28 Dakota basado en el aeropuerto Vanguardia de Villavicencio. Le pregunté como veía el panorama laboral para mi y me dijo que si había oportunidades pero que si quería lograr algo..aunque fueran pocas horas de vuelo debía mudarme a Villavicencio.

Aparecía una luz al final del túnel. Pensaba en los túneles que unen Bogotá con Villavicencio y sentía que al final se habrían las posibilidades de continuar en la aviación.

Decidí visitar a Ronald en Villavicencio para empezar a impregnarme de esa nueva energía de esperanza que me empezaba a invadir.

Ronald posando con el Piper Dakota que estuvo volando en Villavicencio.

Preparando un vuelo charter

Recuerdo con Ronald en el Piper.
Después de un par de días  de visita mi nivel de esperanza subió bastante. Estaba ya enamorado de Villavicencio. Sentía ese aroma de aviación en la rampa y esa humedad que me recordaba mi tierra de crianza Barrancabermeja. Veía mas posibilidades pero sabia que iba a ser difícil mudarme con todo y familia.

Aunque tenia un trabajo fijo en el Call Center en Bogotá, estaba ya desesperado por reencontrarme con la aviación. Me sentía similar a cuando estaba en los Estados Unidos y deseaba ir a Colombia a volar.

 Llegaba un nuevo dilema y el momento de poner en la balanza las necesidades en mi carrera y mi estabilidad en Bogotá...y estaba ganando mi pasión por la aviación!

1 comentario:

John Fries dijo...

Gran articulo mi querido Capi. Madrigal , contandonos tus aventuras en la aviacion , felicitaciones a ti y a mi Capi. Ronald por sequir sus suenos y nunca darse por vencidos , son ustedes unos guerreros , saludos .