Después de varias sesiones de teoría iniciamos el ciclo de clases en los simuladores del B-727 en Aero Service en Miami. Me sentía completamente feliz de estar de nuevo estudiando y siguiendo un programa de entrenamiento en mi medio de la aviación.
Aunque ya había estado en un simulador similar era la primera vez que me sentaba en el puesto del ingeniero de vuelo. Me fascinaba ver como yo era parte integral en los procedimientos normales y los de emergencia apoyando al piloto y al copiloto.
Me encontré coincidencialmente con un antiguo instructor de mi curso en Avianca, Pedro Duarte, que estaba haciendo su repaso en esta escuela y recordamos viejos tiempos.
El curso avanzaba y a medida que nos acercábamos a las fases de exámenes me pude dar cuenta que al yo no tener previa experiencia como ingeniero de vuelo empezaba a ser discriminado por el instructor del simulador y me dejaba largos períodos en el simulador sin prestarme atención.
Esto encendió todas mis alarmas y pronto hablé con los otros pilotos de mi curso para tratar de encontrar una solución. Todos estábamos de acuerdo que algunos instructores no estaban siguiendo el programa para un curso inicial.
Nos reunimos con los jefes de la empresa Falcon Air y les contamos lo que sucedía. Lo único que me autorizaron a hacer fue a cambiarme de grupo de estudio en el simulador. Pero el daño ya estaba hecho. Yo no había logrado el nivel básico de experiencia para el instructor del nuevo grupo.
Simplemente me había cambiado de grupo demasiado tarde. A pesar de que veía poca probabilidad de pasar el chequeo con el nuevo instructor no perdí las esperanzas, me esforcé al máximo y logré avanzar hasta el final del entrenamiento.
El primer exámen final era el examen oral con un examinador de la FAA. Pregunta tras pregunta mostré dominio de toda la parte teórica del B-727. Aunque fue muy estresante al principio disfruté luego una charla muy amena con el examinador pues le causó curiosidad que yo había tomado el examen de instrumentos en el aeropuerto de Tamiami con la famosa piloto Mary Gaffney su antigua compañera de la Fuerza Aérea en la segunda guerra mundial.
Simplemente se le iluminaron los ojos de emoción al saber de ella...era como si florecieran en él mil histórias de aquellas épocas llenas de romanticismo en la aviación. Después me dijo que había pasado el examen oral y que me preparara bien para el chequeo en el simulador pues él iba a estar ahi presente. Me sentía muy contento por este triunfo y esto me subió la moral.
Luego vino una sesión de preparación para el chequeo final en el simulador. En uno de los descansos me encontré de nuevo con mi instructor "discriminador" y me dijo a mi y a mi compañero de ese turno: - Muchachos, yo voy a ser copiloto en la siguiente sesión y en esta hora de descanso hay un simulador libre por si quieren volarlo. - , -Volarlo! Waooo! Pero por supuesto! Vamos!- Le dijimos.
Los tres nos sentíamos como muchachos gomosos de la aviación aprovechando la oportunidad para divertirnos un rato fuera de la rutina del estudio.
Pasamos a otra sala donde se encontraba un inmenso simulador montado sobre unos grandes brazos hidráulicos.
Simulador avanzado de 3 ejes. |
Era un simulador más avanzado y contaba con una simulación más real y mayores efectos visuales.
Entramos y preparamos todo para hacer un vuelo virtual de aproximación a Miami . El instructor estaría en el puesto izquierdo y nosostros estaríamos, uno volando en el puesto del copiloto y el otro haciendo de ingeniero en el puesto de atrás.
No podía creerlo, el instructor que tanto daño me había hecho, me estaba dando ahora tremendo regalo, nos iba a dejar volar y aterrizar un simulador de un jet. Primero empezó mi compañero. Aproximó bien pero a pesar de su amplia experiencia como instructor de una escuela de vuelo tuvo dificultad en mantener nivelado el avión en el descenso. Hizo un sobrepaso, volvió a intentarlo y por fin lo logró aterrizar.
Luego pasé yo a ocupar el asiento derecho. Inmediatamente recordé aquellas sesiones de entrenamiento en Avianca para copiloto y era el momento de matar de una vez por todas aquellos fantasmas que traía desde esas épocas que me martirizaban por no haber pasado aquel examen del simulador.
Después de haber volado algunos minutos el simulador inicié la aproximación para aterrizarlo y me di cuenta que a pesar de los años mantenía la idea fresca de como aterrizar este jet a través de la noche virtual que nos rodeaba.
A medida que me acercaba a la pista podía sentir como morían uno a uno aquellos fantasmas del pasado... lo estaba haciendo de maravilla!
Vista de la aproximación en el simulador de un B-727. |
Vista de la imagen virtual de la pista . |
Subí mis ojos a la ventana frontal y enseguida aparecieron entre la densa niebla las luces de la pista. Que espectáculo más hermoso. Y con cuidado posé nuestro jet en aquella bella pista virtual del aeropuerto de Miami.
El simulador se estremeció ligeramente al tocar tierra, llevé mi mano a los aceleradores del reverso, y poco a poco fui aplicando los frenos mientras sentíamos la des aceleración y el movimiento del avión sobre la pista de una forma artificial por el movimiento de los inmensos brazos hidráulicos que sostienen el simulador.
Le agradecí al instructor por aquel regalo que me daba y senti que el universo volvía a poner las cosas en su lugar. Salimos de este simulador y nos dirigimos al simulador original donde estábamos haciendo la preparación para mi chequeo de ingeniero de vuelo. Se acercaba el momento del examen final.
Continuará...
1 comentario:
Marido que emocionante, me has hecho revivir aquellas epocas, cuando te llevaba y te recogia en aeroservice, y cuando te ayude a estudiar...
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