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viernes, 11 de marzo de 2011

LAS HISTORIAS DE ROBERTO CONTI (9a parte)

Continuación...

CADETE SIN AVIÓN

Estábamos en segundo curso de la escuela de aviación cuando ya empezábamos a volar los Mentor T-34 una delicia de avioncito. Volábamos todos los días un par de horas una con instructor y una solos.

Una mañana cuando todos los aviones habían regresado, faltaba uno. Hubo gran ansiedad y el comentario corrió como pólvora encendida por todas las dependencias de la escuela. ¿Que le habrá sucedido? ¿Se habrá matado? ¿Donde estará? Todos estábamos callados ya que pensábamos en la difícil situación a la que estaría expuesto el piloto.

Nos presentamos todos a almorzar muy bien formados y en orden. Ningún comentario venía de los oficiales de guardia. Pero mientras tanto una pequeña escena se desarrollaba a unos cinco kilómetros al norte de la base aérea.

Un viejo ómnibus iba en dirección sur y se detuvo a recoger unos pasajeros. Subieron tres personas y uno se quedó abajo hablando con el chofer. Todos los pasajeros miraban con extrañeza al joven vestido con un buzo de vuelo beige, rasguños ensangrentados en su cara y manos, con gorro de cuero y gafas sobre la frente…y un gran bulto de tela también beige con correas verdes asomadas bajo el brazo.

El extraño personaje se dirigió al chofer y le dijo - Señor chofer, por favor déjeme subir, soy cadete de la fuerza aérea y voy en dirección a la base aérea a unos cuantos kilómetros más adelante. -Yo se donde está la base. - Dijo el chofer - Pero necesito que me pague el pasaje.- El personaje mencionó no tener un cinco y que su avión había tenido un aterrizaje forzoso a unos kilómetros de ahí y tenía que llegar pronto a su escuela.

El chofer miró a sus pasajeros y les dijo: - ¿Ustedes que piensan? Alguien paga por él o no lo llevo.- Se oyeron toda clase de insultos en buen chileno y le dijeron al chofer que no fuera miserable y tuviera corazón. – Súbase… piloto sin avión.- Le dijo el chofer de mala gana al joven y este subió con paracaídas y todo y se sentó en el último asiento de atrás. Todo el mundo se dio vuelta para mirar al sonrojado y rasguñado piloto sentado con cara de preocupado mientras el ómnibus tomaba velocidad.

Pararon frente a la gran entrada de la base, se bajó el desventurado joven con su paracaídas bajo el brazo y saludó a sus compañeros del bus con la mano estilo militar. Uno de los sargentos de guardia en la entrada lo vio y le dio un codazo a su compañero del lado y le dijo, -¿Mi Sargento, ve usted lo que yo veo?- Si,- le dijo el otro, - Es un cadete sin avión.- Se rieron y uno dijo, - Pobre cadete, hoy esta a cargo el más malo de los capitanes de la escuela y vamos a tener que interrumpir su almuerzo para poder dejar entrar a la base a este muchacho.-

Llamó por el intercomunicador a su capitán y le explicó lo que sucedía. El sargento hizo entrar al cadete accidentado, le dijo que se sentara y que si quería un poco de agua mientras llegaba el capitán.
Al rato apareció un oficial en uniforme azul claro y gorra blanca.

 -¿Que le pasó cadete?

-Tuve problema con la bomba de aceite, apagué el motor y aterricé con el tren de aterrizaje arriba en un potrero a unos siete kilómetros de aquí hacia el norte.
Había bastante hierba y amortiguó bastante el aterrizaje.- ¿Oiga cadete, esta herido o algo?

- Lo veo lleno de rasguños ensangrentados. Parece que hubiera estado en una pelea de gatos!
- No, mi capitán, resulta que el avión fue a detenerse dentro de una mata de zarzamora muy alta y me costó mucho salir…-.
 - Cadete describa donde dejó el avión exactamente y mandaremos el rescate. Prepárese para un sumario que tiene que hacer y escriba todo lo que recuerde…si es que se acuerda…- ¡Si mi capitán!- Gritó el cadete.

El capitán lo mandó a que se bañara, se cambiara de ropa y fuera a la enfermería para que lo examinara el doctor y descansara. Mientras, algunos curiosos empezaban a burlarse del “cadete sin avión” y enseguida el capitán les gritó, -¡Señoritas vacas chismosas a sus asignaciones si no quieren que les saque la leche!


Pilotos de la FACH (Fuerza Aérea de Chile) bajando del Mentor.
Note el paracaidas colgando de sus espaldas.



Yo en el P-47

Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen Blog... la verdad no lo conocia y de casualidad llegue a el..... por esas cosas de la vida tendras mas fotos o datos de ese p-47 o de otros mas en quintero????
Saludos

German Pica
gpicaf@hotmail.com