VUELO FERRY USA - COLOMBIA (3a parte)

Continuación...

Hacíamos la cola para pasar por emigración y estaba muy contento de volver a abordar un avión y volar de nuevo. Volver a los Estados Unidos donde viví por tanto tiempo y a Houston, una ciudad donde estuve de muy pequeño en un Kinder donde los niños no me entendían ni yo tampoco los entendía por la barrera del idioma. Se aglutinaban muchos sentimientos en mi pero estaba muy contento de estar en plena aventura en lo que me fascinaba...la aviación.

Llegué a uno de los cubículos donde una agente dijo: "El siguiente por favor!". Presenté mis dos pasaportes el colombiano y el americano. Ella se quedó viendo el pasaporte colombiano y sacudiéndolo con su mano me dijo: "Este pasaporte no es valido!". A lo que le respondí: " Pero señorita, ese pasaporte esta vigente, mire bien la fecha." Y me dice: "Si esta vigente pero no sirve ya para viajar. Señor no puede salir del pais!"

Me sentí tremendamente vulnerado y en el piso después de esta zancadilla del destino. Estuve de buenas que los jefes no me sacaron del proyecto y me dieron espera de dos días mientras que conseguía un nuevo pasaporte. Los dos pilotos me esperarían en Houston. De la angustia me enfermé pero a pesar de la fiebre seguí trabajando en conseguir todo lo necesario para viajar.

Después de dos días logré obtener un nuevo pasaporte y me dirigí de nuevo al aeropuerto esta vez rogando que no fuese a aparecer otra desagradable sorpresa y me dañara del todo mis planes de lograr traer con mis compañeros esos dos aviones de los Estados Unidos.

Llegó el momento de entrar de nuevo a emigración y para mi alivio el señor agente encargado esta vez me dijo la agradable frase que esperaba, "Señor Madrigal, que tenga feliz viaje". Pasé a la sala de espera completamente feliz aunque bastante agotado por la fiebre y la falta de sueño por la angustia y todas las diligencias que tuve que hacer. Llamé a todos y les dije que afortunadamente ya estaba en camino a Houston.

Boeing 757 de United Airlines con destino a Houston, Texas.

Por fin a bordo!

Una vez abordé el avión le mandé esta foto a mi mujer para que supiera que ya estaba saliendo.
Fue un alivio ver como se iniciaban los motores, escuchar uno a uno esos ruidos especiales que emiten cada uno de los sistemas que preparaban a esta gran máquina para su vuelo a través  del Golfo de México.

Fue un vuelo apacible y muy agradable a pesar de que no pude dormir por la fiebre. Me fascinaba ver el reflejo de la luna sobre las aguas del Golfo. Recordaba esos momentos cuando me quedaba observando a través de la ventanilla en los vuelos de regreso sin pasajeros cuando era auxiliar de vuelo en Miami.

Llegamos a la madrugada a Houston y me entró de nuevo la angustia de tener algún problema con los pasaportes en inmigración. Hice la cola y en vez de encontrar un agente había una maquina!

Y si pasa algo con el pasaporte como podré saberlo? Saldrá un papelito que diga.." Lo siento señor Madrigal usted no puede entrar a los Estados Unidos!!"...me sonreí, pasé mi pasaporte por el lector y en efecto salio un papelito como el recibo de un cajero automático con la información de que ya había sido procesado.

Mas adelante me encontré con un oficial de inmigración que recogía los papelitos, miró que coincidiera con mi pasaporte y me dijo en inglés, " Bienvenido de regreso a los Estados Unidos."  Que alivio...sentía que la primera fase de esta aventura había sido felizmente llevada a cabo.

Ahora  debería contactar a mis compañeros pilotos pero solo podría hacerlo buscando conexión de internet. Traía un celular de Colombia y no sabía como usarlo aquí!

Continuará...