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lunes, 31 de enero de 2011

LAS HISTORIAS DE ALVARO BERRIO


A Alvaro lo vine a descubrir en mi trabajo de la Limosina en el 2007 porque algunos compañeros me habían hablado que uno de los choferes de las limosinas tenía tremendas historias de cuando había sido piloto en Colombia. Esperé a que mi angelito me lo atravesara por el camino del ir y venir de los pasajeros.

Un dia teníamos que recoger casi doscientos pasajeros en el aeropuerto de Miami y Alvaro llegó a la zona de espera con uno de esos inmensos y preciosos buses. Nos reunimos varios choferes en la mitad del parqueadero hablando del trabajo que se iba a hacer. Después empezamos a hablar de la política y a tratar de arreglar el planeta. Noté el acento paisa de Alvaro y empecé a atar cabos. Pensé que tal vez tenía delante mio al piloto que estaba buscando?

Poco a poco le fui preguntando a que se había dedicado antes de su actual trabajo y nos fuimos a sus épocas cuando recién llegó a Miami y estuvo dedicado a pintar casas. – Bueno Alvaro… y cuénteme que estuvo haciendo en Colombia. -  Se quedó callado por dos segundos como preparando su mente para una faceta totalmente diferente de su vida.

Me miró a los ojos como preparándome a mi también para una historia muy diferente donde tal vez no iba a encontrar a un interlocutor preparado que entendiera ese otro mundo de la aviación. Y me dijo - Oome’ Carlos yo en Colombia fui piloto de aviones... – Enseguida sonriendole le extendí mi mano para saludarlo una vez más, pero esta vez de piloto a piloto.
Enseguida sorprendido me dijo - Usted es piloto también? – Solo moví mi cabeza afirmativamente y le dije - Por fin lo encontré! Yo sabía que nos íbamos a topar en algún momento, pero siga con su historia que luego yo le cuento la mia. -

Desde que comenzó a contarme su historia empecé a llenarme de gozo al encontrar a alguien que vivió esa aviación de pueblos, de selva, de aviones pequeños, llenas de tantas anécdotas, de tantas vivencias. Coordiné con él para grabarle sus historias y me invitó a su apartamento para empezar. Le llevé de regalo mi primer libro "Historias del aire" y me contó que también estaba escribiendo su libro. !Nos encontramos dos pilotos escritores!

La mayoría de sus historias las esta escribiendo en su libro y aqui nos comparte su inicio y algunas anécdotas llenas de milagros, entre esos, el encuentro con el amor de su vida y cuando su angelito le salvó su vida no una vez sino dos veces. Disfrutenlas.


ANTES DE QUERER VOLAR

Hombe’ Carlos, lo mio fue totalmente diferente a muchos otros pilotos pues no venía preparado para lo que me iba a suceder. Yo soy Colombiano, de Armenia, modelo 54 y durante mi niñez me dedicaba a cosas muy diferentes al vuelo. Estudié en el colegio Carlo Magno de Armenia. El rector de este colegio se había retirado de otro colegio y fundó este buscando mas integridad para los alumnos y se trajo con él a varios estudiantes que no podían controlar por indisciplinados pero que eran mas inquietos por querer saber mas cosas. Entre esos alumnos estaba yo.

Estuve ahí tres años y me gradué de este colegio en el 73. Para la graduación el rector me eligió para que leyera el discurso de despedida. Yo había escrito varias veces el discurso pero no me gustaba. Ya delante de todos mis compañeros y de los padres de familia les dije, - Miren… yo aquí tengo mi discurso de despedida pero en realidad no es lo que quiero decirles… yo lo que deseo y he hablado con mis compañeros es que queremos olvidarnos de todo lo que sea estudio por mucho tiempo, quien sabe hasta cuando pues precisamente eso es lo que hemos sido toda la vida, estudiantes… con mis compañeros hablamos de que uno quiere irse para una finca, otro quiere irse para los EU, en fin cualquier cosa menos estudio… eso es todo y buena suerte para todos… -

El discurso fue más o menos eso y me sentía como apenado pues tal vez el rector y todos esperaban otra cosa de mi pues yo era como el intelectual del curso. Ahora ya no teníamos al papá y a la mamá encima diciéndonos si habíamos acabado las tareas. Con la graduación llegó nuestra libertad.

Decidí arrancar en el 75 a conocer los Estados Unidos. Fui a Cali a sacar la visa de turismo y me la dieron sin problema y arranqué ahí mismo. Me fui para donde mi primo Enrique que vivía en Los Ángeles en California.  Luego me fui para Chicago a donde un hermano por unos meses y luego me fui para donde otro hermano a New Jersey. Allí estuve trabajando de “bus boy” de ayudante de las famosas meseras conejitas de la Play Boy. Ahí conocí al dueño del imperio de la Play Boy.

Que me iba a imaginar que un muchachito de Armenia como yo le iba a estrechar la mano a un magnate de esos. Los bus-boys vivíamos al lado de las “Bunnys” y las parrandas eran con ellas. !Imagínense lo bueno que la pasábamos!


ACOMPAÑEME AL AEROPUERTO

Decidí volver a Colombia y llegué justo cuando mi hermana Maria Lucia, recién casada se iba a vivir a Medellin con su esposo Baudilio Posada. Le decíamos “El mono Posada”. Mi madre les prestó el carro para ir a Medellin y me mandaron a mi para que trajera el carro de regreso. Me quedé una semana en Medellin en el apartamento de ellos.

El mono me contó que iba a estudiar aviación en la Academia Antioqueña de Aviación. Como a los dos días me dijo - Alvaro, camine acompáñeme al aeropuerto para que conozca la escuela de aviación donde me matriculé. -

A mi en la vida se me había atravesado algo con la aviación. Otros pilotos empezaron jugando con aviones pero a mi ni se me había pasado por la cabeza…hasta ese día. Acompañé al mono a encontrarse con su instructor para cuadrar algunos detalles de su entrenamiento. De pronto uno de los instructores me habló y me ofreció muy amablemente que al siguiente día, si yo quería, me daba un paseito gratis en al avión para que conociera el vuelo. Yo pensé - Gratis un paseo en avión? - No podía creerlo y acepté gustoso venir al día siguiente.

Fui al otro día y me encontré con el instructor. Me di cuenta que el creía que al haber venido con el mono Baudilio yo tal vez quería también empezar aviación. Me decía que la aviación era algo fácil y que yo ya tenía todos los requisitos pues me había graduado ya del colegio. Me subió al avión y tuve aquí mi primer vuelo con un instructor.

Era un precioso Piper PA- 18  la famosa “mojarrita”, el HK-617. En vuelo me entregó la cabrilla para que sintiera el avión y me enseñó como mantener vuelo nivelado. Tomó el mando y fuimos a aterrizar. Aquel día se me quedó grabada en mi mente aquella increíble experiencia. Esto me estaba gustando.

Para esos días yo todavía no tenia ningún plan con mi vida y me dije - Pues esto me lo puso mi Dios aquí al frente. – Regresé a Armenia y les conté a mis padres la experiencia que había tenido y que estaba considerando estudiar aviación. Yo había traído unos ahorros de los Estados Unidos, y con la ayuda de mis padres decidí viajar de regreso a Medellin.

Mi madre me dijo que más bien me llevara el carro pues en Armenia no lo iban a necesitar. Ahí mismo que llegué a Medellin me matriculé en la academia y fue ahí cuando comencé mi carrera en la aviación. Hice mi primer vuelo solo en el aeropuerto de Santágueda, abajo de Manizales, como a las ocho horas de entrenamiento y eso fue un record en la escuela. Como no había aceite para bautizarme me echaron vestido a una piscina. Fue muy divertido. Fui muy buen estudiante y esto me ayudó a progresar rápidamente.

Nosotros no podíamos entrenar en el Olaya, porque era era un aeropuerto muy ocupado ni en Santa Fe de Antioquia por ser de la escuela Halcones. Entrenábamos regularmente en la pista de Urrao que era un pista pública. Era un sito muy difícil de acceder y muchas veces peligroso para los alumnos sin experiencia. Nos tocaba salir de Medellin por el cañón de San Cristobal con montaña a lado y lado.

De ahi cogíamos rumbo oeste hasta llegar al cerro San José de unos trece mil pies de altura, y después de pasarlo bajábamos al aeropuerto. Aveces uno se quedaba después de clase tomándose una gaseosita y aveces se dañaba el tiempo en el cerro San José. Ahi y si que nos veíamos en aprietos para darle la vuelta y poder seguir a Medellin.

Continuará...



El Piper HK – 617 de esta historia, la famosa “Mojarrita”. 
Fue el mismo que compró el narco Pablo Escobar y lo colocó 
como trofeo en la entrada de su hacienda Nápoles.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando continuará!?

Carlos Dario Madrigal dijo...

Alguien pregunto que donde sigue la continuación de esta hermosa historia. A la derecha de la pagina haga click en Febrero y en Febrero abajo aparece "Las historias de Alvaro Berrio 2a parte".
Disfrutenla!

Unknown dijo...

Un saludo desde BigotB colimbia para mi amigo Álvaro Berrio.

Unknown dijo...

Buenas tardes señor Carlos Darío Madrigal.
Mi nombre es Jacinto Rolón Bonilla.
Soy colombiano amigo de Álvaro Berrío.
Me gustaría mucho poder contactar a Álvaro, mi amigo, yo conozco parte de la historia que usted escribe de Álvaro, mi familia y yo compartimos momentos que quizás también hacen parte de la vida de mi apreciado amigo Alvaro.
Le pido el favor, sí le es posible hacerle llegar mi mensaje con mis datos, le estsre muy agradecido.
Mi nombre es Jacinto Rolón Bonilla. Y mi celular 312 337 83 65 vivo en este momento en Bogotá, calle 146 # 13- 94 barrio cedritos. Y mi correo electrónico es jacintorolonbonilla@gmail.com
De antemano muchas grácias, señor Carlos Darío.

Unknown dijo...

Sigo interesado para componerle un corrido sinaloense kampirano .cualkier información relevante lo recibire con agradecimiento de su compa roy santos.saludos desde guamuchil Sinaloa ..México tierra de famosos pilotos de altura alto rango .

Unknown dijo...

Gracias.excelente documental .

Unknown dijo...

Un corrido,canción dedicado a la mojarrita .

Unknown dijo...

Alvaro Berrío es un gran ser humano que Díos me dió la oportunidad de conocerñ, por un tiempo, y luego no volví a saber de e.
Me gustaría mucho tener noticias de mi amigó, soy Jacinto Rolón Bonilla
Y mis teléfono es 300 280 87 72. Lo conocí viviendo Ben Armenia Quindío