Cuando iniciábamos los vuelos por la noche recibía a mis pasajeros en un restaurante llamado “May Day” (1998). Este restaurante fue hecho en el lugar donde se encontraba la antigua torre de control cuando había sido un aeropuerto militar en la época de la segunda guerra.
Restaurante May Day con la antigua torre de control del aeropuerto. |
El restaurante tenía mesas afuera dando a la rampa donde se parqueaban los aviones. El ambiente nocturno era bastante calmado y adornado por las luces azules de las pistas de carreteo. Me sentaba con ellos por unos cinco minutos y les hacía un recuento del vuelo que íbamos a hacer con algunos aspectos de seguridad cuando saliéramos a abordar el avión.
Un día unos pasajeros pidieron una orden de papas fritas con soda mientras estábamos en la mesa y uno de ellos señaló hacia la oscuridad de la rampa un poco asustado y dijo, – ¿Qué es eso que se mueve entre los aviones? – El olor de las papas fritas había atraído a dos hermosos zorritos de pecho rojizo. Muy tímidamente los animalitos se acercaron esperando pacientemente que alguien les arrojara un poco de comida.
Mis pasajeros estaban sorprendidos y felices pues era la primera vez que veían zorros. Sin querer se habían convertido en el primer punto de atracción del vuelo. Salimos a la rampa rumbo al avión y mientras caminábamos los zorritos nos siguieron y luego se esfumaron en la oscuridad como pequeños fantasmas juguetones.
Al otro fin de semana tuve otro vuelo de Aeropaseos durante el día y cuando estaba en la aproximación final antes de aterrizar vi en el borde derecho de la pista una pequeña mancha oscura que poco a poco se iba dirigiendo hacia el centro. Me esforcé por enfocar mis ojos lo mejor posible y a medida que me acercaba me di cuenta que era uno de nuestros amigos zorritos.
Pero para mi sorpresa siguió caminando como si se estuviera arrastrando hasta el medio de la pista. Parecía que estaba cazando una de las liebres que abundan en este aeropuerto. Ya estaba a punto de aterrizar y nuestro zorrito no se quitaba. Si sentaba las ruedas en la pista de seguro lo iba a matar. Reaccioné colocando un poco de potencia para pasar por encima de él.
Cuando ya estaba encima pensé que iba a salir corriendo pero por lo contrario se acurrucó más en el pavimento y se quedó mirándome fijamente como diciendo, – ¿Y que se supone que es usted? ¡Yo de aquí no me muevo! –
Aterricé un poco mas adelante aprovechando que era una pista lo suficientemente larga. Los pasajeros me preguntaron, – ¿Qué es eso que estaba en la pista? – Y les dije, – Un zorro. – ¡Un zorro! – Respondieron sorprendidos. Les conté que los veía a menudo pero en la noche y que era raro verlos de día pues son animalitos nocturnos.
Varias noches más los volvimos a ver y así a mis nuevos pasajeros les contaba estas historias de estos tiernos animalitos los zorritos de pecho rojo llamados por los locales “The red foxes”.
Este zorrito de pecho rojizo es un "grey fox"(zorro gris) como el que se encuentra en este aeropuerto. |
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