EMERGENCIA EN EL B-737

A mediados del año 2002 llegaron dos nuevos integrantes a la flota de Falcon Air Express. Eran dos hermosos Boeing 737 de la serie 300.

Estos aviónes iban a ser usados exclusivamente para una nueva aerolínea que nacía en Honduras llamada Aero Honduras bajo el nombre de Sol Air.

Recibí curso para poder ser auxiliar de vuelo de dos equipos al mismo tiempo, el B-727 que ya estábamos volando y el nuevo B-737. Este avión es muy similar al B-727, con solo dos motores y trae nuevas mejoras tecnológicas y sistemas automatizados por lo que no trae el puesto para el ingeniero de vuelo y solo lo vuelan dos pilotos. La cabina de pasajeros trae más facilidades y comodidades que lo hacían muy agradable para trabajar en él.

Aqui estoy en el curso para auxiliar del B-737 en un hangar del aeropuerto de Miami.
 Se puede ver la escalera mecánica que viene incorporada al avión.
Este es el "Gabriela" el N371FA un B-737-33A.

El dia 15 de Septiembre se celebran las fiestas de independencia de toda Centroamérica y aprovechando este motivo se decidió hacer ese dia el vuelo inaugural al aeropuerto de Toncontín en Tegucigalpa, la ciudad capital de Honduras. Yo tuve la oportunidad de ser parte de la tripulación de este vuelo inaugural.

Hacíamos vuelos también a la segunda ciudad San Pedro Zula y conecciones a Roatán que es parte de las hermosas islas de Huitila, Roatán y Guanaja. También volábamos a Managua y El Salvador entre otros destinos. Ver los volcanes que rodean a Managua en la aproximación era un continuo deleite para mi.

La aproximación al aeropuerto de Toncontín era una "montaña rusa" por lo corto de la pista con respecto al terreno montañoso y gozaba toda la intensidad de la toma de pista. Los pasajeros aplaudían en este aterrizaje después de la fuerte frenada.

También era un completo deleite a los ojos la vista de la paradisíaca isla de Roatán. Hacíamos vuelos directos desde el estado de Texas con cupo lleno de turistas que iban a hacer "scuba diving" o buceo a Roatán.

Creo que fue a inicios del año 2003 que nos asignaron un vuelo charter a Freeport en la isla de Grand Bahama a solo media hora de vuelo al noreste desde Miami. El vuelo tenía como objetivo traer un grupo de pasajeros que otra aerolínea no había podido recoger debido a las fuertes nevadas al norte del pais. Por lo mismo este vuelo era "Ferry" o sin pasajeros hasta la isla.

Teníamos dos nuevos pilotos del B-737 que antes volaban el B-727. Eran dos jóvenes americanos graduados de la famosa escuela de aviación Embry Riddle, el capitán Olsen en sus 30 y la hermosa primer oficial Dellis en sus 20 con quienes ya habíamos compartido muchos vuelos.

La idea era salir en la noche, llegar a Freeport y por la mañana recoger los pasajeros. Al atardecer de ese dia la Van de la empresa nos llevó desde la oficina en Miami hasta el avión que estaba situado en una plataforma de parqueo alejada de los terminales.

Cuando llegamos vimos que los mecánicos estaban todavía trabajando bajo el ala izquierda alineando los alerones que estaban un poco desfasados. Subimos y preparamos el avión con las provisiones necesarias para el vuelo.

Los mecánicos hicieron varias pruebas hasta que el capitán dió el visto bueno para salir. Escuché que el capitán le estaba haciendo algunas aclaraciones a la copiloto sobre el trabajo que se le había hecho al avión. Todos nos sentíamos tranquilos y seguros después de que ya se había hecho el trabajo en el avión. Lo que nunca se nos pasó por la cabeza es que íbamos a vivir la emergencia más peligrosa de nuestras vidas.

Continuará...

El Gabriela, B-737- 33A de Falcon Air Express (Cortesía de Airliners.net)