Powered By Blogger

sábado, 14 de mayo de 2011

FANTASMA


Era un verano tormentoso del 2002 volando como auxiliar de vuelo en Falcon Air Express y hacíamos un vuelo charter para la compañía AVENSA de Venezuela.

Volamos de Miami a Maracaibo en Venezuela. Era la primera vez que iba a mi ciudad natal desde que la había dejado a mis dos años de edad y estaba feliz.

Llegamos, desembarcamos y después de los pasajeros salimos toda la tripulación.

En el momento que salí de la puerta di un brinco del avión al puente que conecta con el terminal y grité - !Vuelvo a pisar mi tierra natal después de 40 años!- Y uno de los agentes del aeropuerto me mira y me dice - Pero chico... tu no hablas como "Maracucho" - Y riéndome le expliqué que me había criado en Colombia pero había nacido en Maracaibo.

Aunque no recordaba nada de mi niñez al salir del aeropuerto y percibir ese aroma a vegetación y encontrarme con ese clima húmedo y cálido sentía algo muy familiar a mi alrededor. Luego nos dirigimos al hotel Maruma, un hotel muy bonito y lujoso.

Llegó el momento de la asignación de habitaciones y cuando le asignaron la habitación a mi compañera Martha ella dijo que se lo cambiaran porque le habían comentado que ese era el "cuarto del fantasma".

Nosotros nos reimos pero luego el encargado del hotel nos dijo que en efecto en esa habitación habían asesinado a una señora años atrás y muchos huéspedes se habían quejado de escuchar un fantasma durante la noche.

Le cambiaron la habitación pero Martha me agarró del brazo con cara de susto y me dijo que no se siguieran burlando que eso la asustaba más y no iba a poder dormir. La acompañamos a su habitación para que se sintiera mejor y luego nos fuimos todos a descansar.

Al siguiente dia nos pusimos nuestros uniformes y nos encontramos en el lobby del hotel para desayunar. El ingeniero de vuelo nos contó que casi no pudo dormir porque parecía que alguien le estaba haciendo ruidos en la ventana. Enseguida todos nos miramos y le dijimos - !Esa fue la fantasma del Maruma!- Y nos echamos a reir.

Este dia no traíamos pasajeros de regreso debido a la asignación con AVENSA y nos dirigimos al aeropuerto para abordar nuestro B-727-200 en vuelo "ferry" con destino a Miami.

Despegamos y cuando tomamos altura el capitán tomó el micrófono y dijo - Carlos! Si quiere ya puede venir a la cabina! -

En estos vuelos sin pasajeros no estábamos sujetos a muchas regulaciones y esto nos daba un ambiente más relajado. El jefe y las otras dos auxiliares se fueron a acostar en los asientos pero para mi no era momento de dormir sino la gran oportunidad de estar en la cabina con los pilotos, compartir anécdotas y aprender lo más posible de mi hermosa pasión por el vuelo.

Me senté en el asiento del observador atrás del capitán y nos pusimos a conversar. Siempre aprovechaba para hacerles preguntas sobre los sistemas del avión, técnicas de vuelo y también para escuchar la conversación con el control aéreo. Me comentaron que adelante íbamos a tener mal tiempo y tendrían que pasar por entre dos grandes celdas de tormenta.

El cielo alrededor empezaba a ponerse oscuro y tuvimos que encender algunas luces internas para los instrumentos de vuelo. Me fascinaba ver en el panel de los pilotos y del ingeniero como se iluminaba cada uno de los instrumentos con sus pequeñas letras y números. Ese era mi mundo y eran esos momentos en los que me sentía feliz de estar justo donde quería algún dia volver a estar como tripulante en la cabina de mando.



Panel del ingeniero de vuelo en el B-727 en vuelo nocturno.

Me dijo el capitán que les trajera un poco de café para mantenerse alerta pues era un vuelo largo y  el tiempo alrededor se estaba dañando. Me levanté y fui al galley delantero a preparar una jarra de café. De pronto por la ventanilla lateral de mi puerta vi un fuerte destello luminoso y senti como el avión tuvo una repentina des aceleración. Entré de nuevo a la cabina y les pregunté. - !Que fue eso! -...
Continuará...

No hay comentarios.: