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viernes, 11 de febrero de 2011

PRIMER VUELO DE UN PILOTO

Alejandro Vallejo es un amigo cibernético lector de mis historias de este blog. Es muy aficionado a la aviación y le pedi su historia personal . Su historia es lo que yo llamo "El primer vuelo de un piloto" pues aunque él tecnicamente no es piloto ya sabe volar diferentes aviones en un simulador de vuelo desde un Cessna hasta un jet B-737 además de conocer bastante de sus sistemas y esto, más su pasión por el vuelo, lo hace ser un verdadero piloto.

Esta es una nueva generación de jóvenes que llegan a las escuelas de vuelo sabiendo más que los instructores. Ellos son la nueva generación de pilotos en el nuevo mundo de los simuladores. Disfruten de su historia.


MI PRIMER VUELO

Era casi la media noche y esperaba la llamada de mi madre con el número de la tarjeta de crédito para reservar un vuelo Bogotá – Cali por la aerolínea Avianca. Pero no era cualquier vuelo. ¡Era mi primer vuelo! Tenía 16 años, con el sueño de ser piloto y nunca había sentido en mi vida lo que era volar.

Era mi primera vez, la que siempre había soñado, era el motivo por el cual a veces no podía dormir de solo imaginar ese día que por fin llegaba.  Así que en vez de gastar el dinero que me habían dado mis padres para comprar unos pantalones decidí invertirlo en el mejor viaje que he tenido hasta el día de hoy.

Siendo las 12:30 a.m. sonó el teléfono de la casa de mi primo, donde yo me estaba quedando en Bogotá y por supuesto corrí a contestar pues sabía que a esa hora sería mi madre para confirmar si iba a viajar. Me entregó los datos suficientes para la reserva del vuelo. Los ingresé a la página web de Avianca excepto el número de silla.

Tenía la opción de hacerlo pero algo me dijo que no lo hiciera, que estuviera tranquilo que me iba a tocar en la ventanilla donde se podía ver el ala del avión, así que me dejé llevar por esa intuición y decidí no escoger la silla.

Cuando terminé de ingresar todo, en la pantalla del computador apareció la confirmación: “AV8409 - Destino: Cali – Aeronave: Fokker 100 - Alejandro Vallejo Gómez” . Cuando vi estos datos no me pude contener de la emoción y mi alegría se notaba de oreja a oreja. Quería saltar y hacer bulla, pero me daba pena despertar a la familia especialmente a esa hora, así que decidí ir a dormir y esperar al siguiente dia.

Me levanté a eso de las 6 a.m. y me sentía feliz pues sabía que ese era el día! Decidí matar el tiempo viendo T.V., después me bañé y me alisté para ir al Puente Aéreo. Pasaron unas horas y mi primo me llamó para preguntarme si estaba listo para salir al aeropuerto. ¡Claro que lo estaba!. Así que pusimos mis maletas en su carro, nos montamos y arrancamos.

Cuando llegamos al Puente Aéreo, mi primo me deseó suerte y me felicitó pues sabía la emoción que sentía, esa emoción de gomoso que se monta por primera vez a un avión.  ¡Pero además de emoción sentía felicidad! Entré al puente aéreo, me atendieron, me dieron el pasabordo y de inmediato pasé a la sala de espera.

El avión estaba algo atrasado debido a que había partido de la ciudad de Pasto, al sur de Colombia, donde no habían buenas condiciones meteorológicas. ¡Pero no me importaba! Podía quedarme ahí todo el tiempo del mundo viendo aviones salir y llegar. Avisarón a los pasajeros que el avión había llegado y que estábamos listos para dirigirnos hacia la puerta F11.

Mientras caminaba hacia allá pensaba en lo bueno que iba a ser esta experiencia, así que me apresuraba más para llegar. ¡Hasta que lo vi! Pues bueno... me enamoré. Ahi estaba, era el HK 4437 , un hermoso Fokker 100 de la compañía Avianca:


HK-4437-Fokker 100- Avianca.  Foto Tomada de Airliners.net

Por fin entré al avión y la azafata me asignó un puesto, y adivinen que …!Si! Me tocó al lado del ala. Parece que aquella intuición o como le quieran llamar, tenía la razón y lo tomé como un premio que me había dado Dios para decirme que él me acompañaba en mi sueño. Me senté feliz y empecé a ver los detalles del ala del avión. Luego llegó mi compañero de asiento. Era una señora con cáncer. Me dio mucha tristeza pero la señora me vio, me sonrió y como si supiera lo que yo sentía me dijo: “Aprovecha estos pequeños buenos momentos de la vida”, y así lo hice.

El avión encendió motores, comenzó a rodar y mientras rodaba yo miraba todo el aeropuerto, hasta que de un momento a otro hubo silencio, se detuvo y de repente los motores empezaron a expresar sus máximas revoluciones por minuto, luego vino una fuerte aceleración, logró una velocidad impresionante y cuando vi el ala que estaba flotando y subía me dije: ¡Ya estoy volando!... Fue ahí en ese momento donde entré definitivamente al mundo de la Aviación.

Alejandro Vallejo Gómez


Aqui estoy en la cabina de mando de un antiguo DC-3 restaurado que actualmente esta volando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena experiencia... que envidia de pasión... ojala nunca pierdas en la vida esta hermosa pasión que tienes.
Lucha por tus sueños!!! hazlos realidad!!! ESE ES EL UNICO MOTIVO DE VIVIR...lo demas no cuenta. Y como aquella mañana... cuenta conmigo para llevarte al Avion que quieras tomar... cuantas veces lo quieras tomar... UN ABRAZO DE ADMIRACION!!!

alejandro vallejo dijo...

Muchas gracias por el comentario, si esa es mi pasión y a lo que quiero dedicarme toda mivida, la aviación.
Ahora mi meta es volar en un avion pequeño de primer oficial jaja oajal se cumpla, yo se que si

Anónimo dijo...

asi será ;) con pasion todo es posible, eso tenemos en común, muchos éxitos futuro piloto ✈