Fue un día de salto en Pahokee al lado del lago Ockechobee en Florida E.U.en 1998.
Estábamos haciendo un video con Felipín, mi instructor de salto y todo iba de maravilla hasta que abrí el paracaídas.
Una vez abrió me di cuenta que tenía que hacer un pequeño ajuste de mis controles pues el “slider,” que frena la apertura del paracaídas, bajó muy rápido y “atrapó” la líneas que van a las manijas de control.
Aunque esto no es muy complicado de resolver cometí el error de primero no virar, usando las líneas de atrás, rumbo al campo de aterrizaje.
Cuando terminé de ordenarlas me di cuenta que me había alejado del aeropuerto y que ya mi ángulo de planeo no daba para llegar.
Sentí una mezcla de disgusto conmigo mismo y la angustia de que debía preparar rápido un plan “B”.
Me acerqué lo más que pude al campo pero la situación me indicaba que no alcanzaba a pasar un canal de agua y la carretera que me separaban del aeropuerto.
Tenía que buscar rápido un sitio para aterrizar al frente mío al lado de un sembrado de caña de azúcar.
Me resigné y busqué la final hacia esta área despejada al lado de la plantación.
A medida que me acercaba me entró la tentación de hacer un pequeño viraje para así pasar por encima el canal.
Lo inicié pero me di cuenta que no alcanzaba a cruzarlo totalmente.Venía bastante rápido y sabía que si frenaba antes iba de cuerpo entero al agua.
Frené un poco, toqué tierra con un pie antes del canal y mirando hacia el otro lado del canal hice uno de los saltos más largos que me acuerde extendiendo mi pierna como un sapo para lograr llegar al otro lado.
Logré alcanzar con mis brazos los matorrales del borde pero !SPLASHHH! mis piernas se hundieron en el agua.
El paracaídas cayó al frente mío y afortunadamente no se mojó. Pero quien venía ya embarrada era mi conciencia por los errores en serie que había cometido.
Esforzándome un poco logré salir del agua y un paracaidista muy amablemente vino a recogerme en su camioneta. Llegué al aeropuerto y en vez de caras de preocupación al verme “emparamado” me recibieron a carcajadas burlándose de mi…que embarrada.
Foto de video cuando “acuaticé”. Un paracaidista en la camioneta blanca (atras mio) me recogió y amablemente me trajo hasta el aeropuerto. |
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