Fue en Caracas, Venezuela, precisamente donde tuve mi primer encuentro con los planeadores de radio control a mis trece años cuando visitábamos un primo mayor también llamado Carlos Madrigal.
Le comenté que me gustaba el aeromodelismo y enseguida el recordó que uno de los que trabajaba con él en su oficina era aficionado al aeromodelismo también. Lo llamó y le pidió el favor que me llevara con él para volar su modelo. Yo no sabía de qué modelo se trataba hasta que cuando el amigo vino a recogerme pude ver un bello planeador de color rojo en el asiento de atrás.
Me sentía totalmente emocionado de encontrarme con el club de vuelo de planeadores de radio de Caracas. Lo que vi cuando llegamos al sitio de vuelo a las afueras de Caracas era perfecto. La vista a un inmenso y hermoso valle y varios planeadores volando sobre nosotros. – ¡Que belleza de planeadores! – me dije.
Luego llegó un padre con su hijo a curiosear y me causó mucha gracia cuando el niño le dijo al papa, – ¡Papá, papá, mira, tronco de zamuro! – Zamuro es como en Venezuela les dicen a los “chulos” o “gallinazos” que son las aves negras de carroña. El papa se sonrió y le dijo que esos no eran zamuros sino planeadores de radio.
Recuerdo que el estar allí de espectador y verlos volar sin poder hacer nada me hacía sentir un poco mal y en una oportunidad nuestro amigo me preguntó que me pasaba. Le dije que sentía una especie de nostalgia…pero ahora se que era una nostalgia muy especial…nostalgia del futuro, pues lo que en realidad añoraba era que llegara el momento de yo mismo llegar a ser piloto de planeador de radio.
Recuerdo todavía una escena de aquel día que se volvió con el tiempo un sueño que siempre quise realizar. Llegó uno de los pilotos aproximadamente en sus cincuenta con un planeador enorme y súper bello. Ensambló sus alas y antes de ni siquiera sacar la antena del radio lo lanzó con sus dos manos hacia el valle. Tanta confianza y experiencia tenía que se dio tiempo para colocar su silla, sentarse cómodamente, sacar su bebida y luego sacar la antena del radio mientras el planeador tomaba altura lenta y majestuosamente. Enseguida con suavidad inició el viraje para mantenerlo en la banda de sostenimiento.
Esto se quedó en mi mente y se volvió una imagen de gran motivación en los años venideros. Fue mi encuentro definitivo con esta, mi otra gran pasión en el vuelo deportivo.
!Gracias primo Carlos!¡Gracias Caracas!
Grupo de pilotos disfrutando de un dia de vuelo en Venezuela (Foto de Planeadores RC Venezuela). |
3 comentarios:
Aqui publico el comentario de mi tocayo piloto Carlos Flores desde Venezuela .
Epale tocayo!!
Que buen capítulo jejeje
Ese lugar del que hablas..es el "Club de Vuelo Las Águilas"..ubicado en la zona de Sartenejas, muy cerca de la Universidad Simón Bolívar en las afueras de Caracas.. de verdad es un valle espectacular...siempre paso por ahí cuando voy o regreso del aeropuerto Oscar Machado Zuloaga SVCS que está como a 40 minutos de allí por la autopista regional del centro..
Gracias por compartir tus relatos, un abrazo desde Caracas!!
Carlos Flores.
Este parrafo "pero ahora se que era una nostalgia muy especial…nostalgia del futuro, pues lo que en realidad añoraba era que llegara el momento de yo mismo llegar a ser piloto de planeador de radio" me encanto!
Como diria Calu Adelante!
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