Powered By Blogger

miércoles, 21 de julio de 2010

LA HISTORIA DE MANUELA JARAMILLO


Manuela Jaramillo es una gomosa de la aviación deportiva y comercial. Vive en Manizales, hija del famoso aeromodelista Colombiano "Mincho" Jaramillo quien se mueve mucho en los eventos aéreos a nivel nacional.  Nos encontramos virtualmente en Facebook y se animó a contarme esta emocionante historia.



POR ENCIMA DE MI CADAVER

Hacía meses rondaba la idea por mi mente. La verdad no había tenido la valentía de aceptarlo y comentarlo en mi familia. Quería saltar de un avión. En mi familia son extremos, siempre crecí en el mundo de la aviación, pero… ¿De ahí a decirles que quería saltar? No sabía como reaccionarían.
Hija mayor de un hogar “normal”, de padre amante a los aviones, aeromodelista de profesión y ansioso por tener hijas ‘gomosas’ con el tema… De madre casera, una mujer con alma de aventurera, siempre alcahueta con su esposo al hacer locuras en el aire… El problema era que sus hijas son sangre de su sangre, y como buena madre, no soporta que se les pare un mosquito encima… Ahí estaba el trabajo...

Aprovechando que se venía el Festival Aéreo Internacional de Armenia, que mi madre estaba fuera de la ciudad y que mi padre era el director de tal evento, decidí tocar el tema. Le dije – Papá, ¿Que tan tranquilo te sientes tú cuando tus hijas te dicen que se van con los amigos a volar en parapente? – A lo que me respondió con mucha firmeza, –Totalmente, sé que ustedes son niñas responsables. – Un silencio invadió el taller donde mi padre fabrica sus aviones… Le dije – Papá, voy a serte sincera. Quiero saltar en paracaídas, soy menor de edad y necesito la autorización de ustedes. Si no fuera por eso, hace tiempo lo hubiera hecho a escondidas. – Se quedó mirándome con los ojos como un “dos de oros”, como decimos los paisas.

Incrédulo, exaltado, sus manos empezaron a temblar. Soltó la madera con que estaba trabajando en ese momento. Cuando pudo hablar, me dijo – Gorda (aunque no soy gorda, mis padres siempre me han dicho así por cariño), ¿Tu me estas hablando en serio? – Y le respondí – Si papá, piénsalo, tenemos 15 días para definir eso. – Quince segundos después, bajando las escalas de caracol que llevan del taller al apartamento, me dijo – Hija, cuenta con eso. Tienes mi apoyo. –
Entré a mi habitación y no podía creerlo. Luego reflexioné y me di cuenta que no había logrado mucho, convencer a mi padre era el trabajo fácil… El difícil era mi madre, y estaba por llegar… En una semana regresaría a casa.

Ese tiempo transcurrió entre mis exámenes de once grado en el colegio, ilusiones de mis compañeras sobre la excursión, fiestas, vestidos de baño, trago y demás. Yo por mi parte sabía que las fechas coincidirían con las del Evento, por lo cual tomé la decisión de ser la única entre 22 compañeras en no ir a la excursión. No me importaba. Mi sueño no era una semana con mis amigos fuera de casa. No era desafiar la crianza de mis padres. Mi mayor sueño era la firma de mi madre en ese papel, pero… ¿Cómo cumplirlo?

Se llegó el día. Mamá estaba de regreso en casa. A la hora del almuerzo mi papá me miró, de esas situaciones en que los padres no mencionan palabra pero saben comunicarse con la mirada… Supe que era el momento de proponer mi idea. Le dije –Madre, hay algo que debo comentarte… El próximo fin de semana, durante el Festival Aéreo, quiero saltar en paracaídas… Mi papá ya me dio su autorización y quiero saber que piensas tú. – Me dijo – Hija, ustedes son lo más valioso que hay en nuestras vidas. Ya tenemos un hijo convertido en angelito en el cielo, eso es peligroso y no queremos que les pase nada. Por consiguiente, ¡SALTAS, PERO POR ENCIMA DE MI CADAVER! –

… Al escuchar esa frase todo dentro de mi se volteó, la miré fuertemente… Nunca he sido una persona grosera, pero hay situaciones en que es difícil controlarse… Eso me retó y le respondí, sin querer queriendo, con esa frase resonando aun en mi cabeza… – Listo mami, si así están las cosas, me tocará tirarte a ti de primera. –

… El almuerzo terminó en completo silencio, el mismo silencio que cubrió la semana siguiente. Yo veía los días acercarse, mi papá estaba en preparativos finales para el evento, mi casa estaba llena de papeles y de gente relacionados con la organización… Mi madre estaba dedicada a ayudarles, realmente había muchas cosas por hacer y en lo que menos pensaba era en el antojo de la hija…
Continuará...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno lectores, espero que esta primera parte les haya gustado. Anímense a leer las que vienen en próximos días, habrán situaciones que no se imaginan!
Un abrazo y buenos vuelos,
Manuela Jaramillo E.