Pasaron algunos meses y “Mane” consiguió un préstamo para comprar un radio control de dos canales. No teníamos ni la menor idea de cómo hacer funcionar un timón o un elevador, de hecho nuestro primer planeador controlado fue un modelo que nosotros mismos diseñamos y fabricamos.
Era un planeador de alas rectas, encostillado, con una cubierta de balso de 2 milímetros. Como no teníamos muchas bases, el planeador a duras penas volaba, y siempre derrapaba en los giros por la falta de diedro en el ala. No sabíamos que era eso y mucho menos para que servía.
Manuel a la izquierda y yo a la derecha con uno de nuestros primeros proyectos de planeador a radio control con cola en T. |
Vista de perfil del planeador |
Luego de mucho reparar este avión y de intentar hacer que volara conocimos a Diego en la montaña Serramonte donde volaban varios pilotos de planeadores de radio. Diego es un amigo de mi padre, aeromodelista y cometista con mucha experiencia. El observó con detenimiento nuestro aeromodelo y nos dio muchos consejos prácticos para mejorar nuestra construcción y diseño.
Nosotros nos limitábamos a ver su planeador y nos quedábamos asombrados de ver la calidad de sus piezas, la forma en que lo forró con vinilo. Solo conocíamos el plástico para forrar “contact” y no entendíamos porque ese avión tenía las alas divididas en cuatro secciones.
Decidimos intentarlo nuevamente pero con otro modelo que tuviese alas con poli diedro y cola convencional ya que habíamos tenido mala experiencia con la cola en “T” por su compleja conexión con el servo.
Este segundo avioncito logramos disfrutarlo mucho más. Fuimos al cerro “El Volador” e intentamos volarlo allí. Al principio pudimos sostenerlo un par de minutos y luego al coger más experiencia los vuelos duraban unos 5 minutos antes de estrellarse bien lejos de nosotros. Era más el tiempo que pasábamos buscando el planeador que el tiempo que lo volábamos.
Nuestro modelo de radio con doble diedro antes de forrarlo. |
Aquí esta ya forrado. Al frente el primer radio de dos canales de Mane. |
Con este avioncito si aprendí a volar realmente. Ahora los vuelos duraban de 5 a 7 minutos. Ahora eran vuelos controlados y el avión iba a donde yo quería… ¡Por fin!
Para entonces ya había conocido a Rodolfo, otro amigo que me ha enseñado mucho y que siempre me asesoraba antes de hacer cualquier aeromodelo...
Continuará...
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