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sábado, 29 de mayo de 2010

LAS HISTORIAS DE FELIPIN


Felipe Hurtado ha sido mi mentor y “coach” en el deporte del paracaidismo y mantengo una gran amistad con él. Gracias a él pude conseguir mi equipo de salto y mantenerme al día en los aspectos de seguridad. Nos conocimos por el año 2000 a ocho mil pies de altura mientras subíamos en el avión a saltar en Pahokee (Florida E.U.).

Lo escuché hablando en “boliviano” con otro amigo llamado Odín también paisano suyo y les propuse que saltáramos juntos ese día. Desde ese entonces hemos vivido en los aires pura diversión.
Estuve insistiéndole en una historia pero siempre me contestaba que tenía varias y no sabía por cual decidirse.

Pensé que lo mejor era grabarle sus historias y así lo hicimos precisamente el día de hoy (Diciembre 18 del 2005) mientras nos dirigíamos a saltar al aeropuerto de Homestead al sur oeste de Miami. Aquí edito la grabación lo mejor que pude para que la disfruten: (Advertencia: contiene lenguaje bastante coloquial, je,je.).


“O culanga o matanga”

Pues Carlitos, la razón por la que no me decidía por alguna de las historias es porque es como si tratara de elegir a mi hijo favorito. Son muchas historias… que se yo.

Yo me inicié en el paracaidismo aquí en la Florida y siempre quise ir a saltar a mi país Bolivia. Por fin fui y mientras subíamos para saltar podía ver la ciudad de Santa Cruz donde me crié, la sierra al fondo, la plaza principal y el aeropuerto que estaba en la mitad. Subíamos por los siete mil pies cuando “paaaf”, de bienvenida ¡Se va el motor de la avioneta!

Los veía a todos a los ojos y les pregunté.– ¿Y ahora que?... ¿Que pasó? – Y todos mis amigos cruceños me respondieron con voz de típico relajo como si fuera lo más gracioso…– No pasa nada pue’, no te preocupé, solo se fue el motor de la avioneta, ja, ja, ja. –

A la avioneta, una Cessna 206 se le había ido el turbo a siete mil pies de altura a mitad de camino para saltar y ya no podía subir más. Yo me puse mi casco, mis gafas y les dije…– Si quieren ustedes quédense pero yo me voy de este avión. – El avión pasó de nuevo sobre el aeropuerto y todos saltamos sin problema. Y esa fue mi bienvenida a Bolivia.

Al segundo salto el piloto volando sobre una capa de nubes no hizo bien el cálculo y nos mandó a saltar ¡Como cinco kilómetros antes del aeropuerto! Cuando salimos de la nube y abrimos los paracaídas pude ver un pequeño camino al lado de un río y alrededor verde, verde y más verde.

De pronto vemos al lado del camino una casa rodeada de bastantes autos y todos nosotros nos pusimos de acuerdo en que era el mejor sitio para aterrizar y así luego pedir un aventón para la ciudad.

Aterrizamos al lado y vimos que era una casa grande como una mansión. Una vez nos acercamos nos dimos cuenta para nuestra sorpresa que se trataba ¡De un burdel de prostitutas! Y al otro día cuando volvimos al drop zone (sitio de salto) nos molestaron todo el día diciendo que fue a propósito que saltamos allá. Historias, historias Carlitos.

Recuerdo la vez que los dos saltamos juntos por primera vez en Pahokee y fue también cuando murió el famoso camarógrafo de Skydive América en Pahokee. Fue un día que no se me olvida.

Recuerdo también allá mismo en Pahokee cuando, en un salto, todos los paracaidistas del avión se pusieron de acuerdo para salir volando en “tracking” como si fueran jets de guerra a toda velocidad. Como el viento estaba del oeste nos largaron como dos millas dentro del lago.

La costa se veía lejos y todos cogimos nuestra máxima velocidad para acercarnos hacia la costa. Abrimos los paracaídas todavía sobre el agua pero estaba calculado que el viento nos llevara de regreso al drop zone. Volar encima del agua, hacer tracking encima del agua…!!Eso es buenísimo!!.

Historia fue la vez que quedamos todos de abrir paracaídas a diez y ocho mil pies de altura ya que era el último salto de la tarde para seguir al líder y hacer piruetas con los paracaídas. Cuando abrí tuve “line twist” (líneas enrolladas) y era uno de mis primeros saltos con paracaídas pequeño (de velocidad) y tenía miedo de tener un line twist irrecuperable y tuviese que botarlo (desechar el principal). Pero giré bajo el paracaídas y pude arreglar las líneas enrolladas.

Y ahí estaba yo sin mucho abrigo a esta altura helándome las manos, helándome los pies y veía abajo mío el aeropuerto del tamaño de uno de mis pies y a veces se me perdía. Fue una larga y fría danza en el aire!

La historia más graciosa y emocionante fue cuando presencie “La ceremonia de los hermanos Rodríguez”. Los hermanos Rodríguez es una hermandad nacida en el Canadá. Estos gringuitos fueron a Méjico y volvieron como “The Rodríguez brothers” y las dos únicas formas de pertenecer a esta hermandad son saltando con uno de los hermanos Rodríguez o acostándose con uno de los hermanos Rodríguez.

Al final de la ceremonia de acuerdo a tu nombre te bautizan con un nombre y tu apellido será Rodríguez. Por ejemplo Brian el que inventó un dispositivo llamado “air lock”, que son unas válvulas en el borde de ataque del paracaídas, lo llamaron “El lock-o Rodríguez”.

La ceremonia consistía en un “body shot” (trago corporal) con algunas chicas que participaron esa noche. Se acostaban en el bar, se levantaban la polera, les ponían tequila en el ombligo, sal en las tetas y limón en la boca para proceder en el orden en el que se toma el tequila, primero se chupa el limón, después se toma el tequila y después se lame la sal, je,je. Fue muy bonito y muy emocionante.

¡Ah! Mi primer salto. ¡Waooo! La sensación de estar por primera vez en el aire expuesto a ese viento y estar cayendo después de haber estado soñando hacerlo desde que era niño. Estaba en la puerta del avión con esa ansiedad y un nudo en la garganta pero era porque estaba logrando algo que siempre había querido y no porque tuviera miedo. El miedo lo dejé en la puerta del avión. !Fue buenísimo!

Tengo unas frase preferidas en este deporte que dicen, “!No fear. No limit. No money!” (sin miedo, sin limites, sin plata, je,je,je).
La otra es “La juventud no fue echa para el placer sino para el heroísmo…pero primero el placer,,,je,je,je.”… “Culanga o matanga?…matanga…pero primero culanga” …!Claro! je,je.

Con mi instructora Doris después de un entrenamiento.

Después de aterrizar con Odín.

Practicando “tracking” con el instructor. Este era un equipo surafricano de estudiante que tenían en la escuela.

Hermosa foto haciendo “tracking”.


Volando el paracaídas a unos dos mil pies.


Aterrizando el “Potro” con la cámara sobre mí casco.


Con dos amigas en su primer salto. A la derecha Ivonne mi esposa.



Finalizando un día lleno de buenos saltos.

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