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lunes, 24 de mayo de 2010

LAS HISTORIAS DE EDGAR HAZBON


PARTE II
HISTORIAS DE MIS AMIGOS

Dediqué esta parte del libro para que mis amigos consignaran sus experiencias aéreas y así poder todos disfrutar de estos recuerdos.
Disfrútenlas.

LAS HISTORIAS DE EDGAR HAZBON

Edgar Hazbón es y ha sido como un hermano para mí, crecimos juntos en Barrancabermeja, Colombia y nos unió aún más nuestra pasión por el vuelo.

Empezamos en Bogotá con el aeromodelismo desde que teníamos diez años el y doce yo, después corríamos a un potrero a recibir a los hombres cometa que para nosotros eran una especie de humanos enrazados con extraterrestres con tripas de acero por atreverse a montarse en esas maravillosas estructuras y cumplir el sueño de volar de verdad.

Logré a mis 18 años tomar el curso de vuelo en cometa y a los dos años después ya le estaba enseñando a Edgar a volar. Desde ese entonces tuvimos muchos vuelos y aventuras que compartíamos impulsados por la “fiebre” del vuelo.

Listos para despegar en Neusa (iniciando los años ochenta). Al fondo se ve la
laguna y un techo de nubes bajas. Bajo la cometa Gryphon de Edgar estamos
de derecha a izquierda Edgar Hazbón, Ramiro Sánchez (piloto de aviones),
 Mauricio Giraldo (piloto de aviones y cometa), y yo.

Con el tiempo el se apasionó más que yo por el vuelo en cometa batiendo marcas en campeonatos nacionales y también se volvió instructor. Después se dedicó a volar en el “novísimo” planeador… el parapente (paraglider). Fue instructor en Colombia de Parapentismo. No se animó a escribir su historia pues un gran amigo suyo de vuelo se accidentó. Transcribo aquí dos de sus cartas.

Sept.14. 2005

Carlos, disculpe sumercé que no me senté a escribir la historia pero sucede que no he tenido cabeza ni me gusta mucho sentarme al computador. Le cuento que un súper–súper amigo “NANO” el “poeta”, tuvo un desafortunado accidente el sábado pasado y falleció.

El estaba realizando una aproximación para Top Landing (aterrizaje sobre el sitio de despegue) en “El Paraíso” (donde volamos usted y yo juntos), cuando una intempestiva ráfaga de viento lo llevó a sotavento (al otro lado de la montaña) donde el parapente colapsado entró en spin y cayó al fondo del cañón, donde con mucha demora fue recogido y mientras era bajado de la montaña perdió el conocimiento.

Fue llevado al hospital de Sopó (norte de Bogotá) donde llegó fallecido. Vicky también era muy amiga de el.
Nano, el poeta amigo y “compañero de simulador” el único con quien estaba yendo a volar, el que me gravaba discos musicales y poéticos.

Bueno Madrigal, luego tal vez le cuente más pero ahora me tengo que parar, ya no resisto más este aparato! Ja,,ja,ja.

Cielos Azules!
Edgar Hazbón.

...Continuará.

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