Continuando con el capítulo de Aerotaca, año 1991, para ese entonces veía que mi relación con Lulú iba de mal en peor y aunque teníamos planes de casarnos veía nuestro futuro muy incierto. De todas formas seguía visitándola a su apartamento a sabiendas del peligro que corría de que su ex–esposo nos fuera a matar. Salí a caminar un poco y meditando me dije a mi mismo – No me caso. –
No solo estaba corriendo peligro mi vida sino también nuestro futuro. Entré a su apartamento y de pronto el universo respondió a mis nuevas decisiones. Sonó el teléfono y no podía creer lo que escuchaba… – Capitán Madrigal, soy el secretario de AEROTACA, el capitán Salamanca necesita que usted venga con su hoja de vida y documentos para inscribirlo en el próximo curso de tierra. – Tomé los datos de la cita y cuando colgué empecé a brincar de alegría. Al poco rato llegó Lulú y le compartí la buena noticia. Lo que si no le conté es que había decidido no seguir con ella.
Fui a la compañía y el capitán me dijo que debía esperar una semana para el curso. Le pregunté que si podía venir a estudiar en los aviones que estaban parquedos y me dijo – Más bien vaya y haga simulador. – Yo erroneamente pensé que el simulador era un pre requisito y que era pagado por la empresa.
Fui donde un instructor particular que tenía en su casa un par de simuladores y después de dos días de ejercicios me preguntó quien pagaba la cuenta – Aerotaca… – Le dije.
Preciso una tarde el capitán Salamanca me llamó y me preguntó que porque le había llegado esa cuenta. Le dije, – Capitán… usted me dijo que fuera a hacer simulador. – El con cara de disgusto me dijo que saliera de su oficina.
Cuando salí la secretaria estaba riéndose en tono bajo para que él no la escuchara. – Ja,ja,ja, le pasaron la cuenta a él, ja,ja,ja. – Ya podía sentir las diferencias que habían con sus subalternos. Se sentía en esta compañía mucho mas fuerte la diferencia de escalafones sociales y casi que de rangos pues supe que este capitán y su padre habían hecho alguna carrera militar.
Empecé mi curso de tierra con otro copiloto que estaba haciendo un repaso anual. Disfruté mucho el volver a abrir los libros del Twin Otter. Me venían recuerdos de ACES a medida que repasábamos los procedimientos.
Después me programaron el día de mi entrenamiento en el avión. El instructor era el capitán Muñoz, hermano del capitán Muñoz que me habia hecho el entrenamiento en ACES en Barranquilla. Que coincidencia!… En cierta forma se repetían algunas cosas.
Llegué aquel dia de madrugada a la rampa de la compañía y pude ver el avión sin pasajeros y al capitán frotándose las manos por el frío. Al acercarme el capitán me dice – !Bueno , bueno, Madrigal, haga el prevuelo rápido que nos vamos a Girardot! –
Rápidamente preparé el avión y se me hacía increíble mi transición de un pequeño bus en el que llegué al aeropuerto hacia unos minutos y ahora estar sentado en este avión listo para volarlo.
Despegamos y pude disfrutar del hermoso paisaje del amanecer en la sabana de Bogotá. Me sentía extraño, después de todo lo que había pasado en mi vida, estar de nuevo volando.
El capitán por el camino iba simulando perdida de motor cortando la potencia mientras yo simulaba y recitaba de memoria el procedimiento. Luego llegamos a Girardot y practiqué varios despegues y aterrizajes.
De regreso me estuvo hablando de su hermano y de su historia en Aerotaca.
Una vez llegamos a Bogotá fuimos a la oficina del capitán Salamanca y él le preguntó al instructor – Todavía este “man” se acuerda de como volar el Twin? – El instructor le respondió – Ahi se defendió pero tiene todavía muchas mañas de ACES. –
Después me programaron para el primer vuelo con pasajeros. Pensaba que la compañía me iba dar el uniforme azul oscuro que ellos usaban pero el capitán me dice – Hasta que no pase el chequeo de rutas en unos tres meses no le damos uniforme. –
Quedé confundido y no sabía que debía llevar mientras tanto en los vuelos. Le pregunté al secretario y me dijo que usara otro uniforme pero que no le dijera al capitán que él me había dicho eso. Tenía guardado donde mi hermano mi antiguo uniforme de ACES y me dije – ! Pues ya tengo uniforme! –
En la rampa a cada rato me preguntaban de que aerolínea era pues mi uniforme no era el regular de Aerotaca. Como no tenía alas de la compañía coloqué en mi saco mi licencia de piloto, pero de todas formas en los puntos de seguridad me preguntaban donde trabajaba y me tocaba mostrar una carta temporal de contrato.
Me sentía en un limbo pues, volaba como copiloto pero no era todavía copiloto en la empresa. De todas formas volver a moverme en el medio de la aviación me llenó de mucha alegría.
En esta compañía hacíamos principalmente la ruta Bogotá -Yopal, que es la capital del departamanto Casanare en los llanos orientales de Colombia, Yopal - Arauca, límite con Venezuela, luego Bucaramanga y Málaga en Santander y regreso. Tambien a Sogamoso en Boyacá y a Villavicencio en los llanos.
Habían a veces vuelos charter a otros destinos y empecé asi a vivir de nuevo mis sueños en la aviación llenos de anécdotas y aventuras.
Este es el HK-2759, el mismo avión y en las mismas épocas en el que hice el vuelo de chequeo de esta historia. (Foto cortesía de Aviacol.net) |
4 comentarios:
Ahi esta pintado el desorden de los colombianos, que eso, de no darle uniforme? mejor no sigo hablando...
Mejor contada la historia no podria estar, felicitaciones!
excelente historia y que grato saber que por los cielos boyacenses estuviste volando, de casualidad no tienes fotos del twin en sogamoso?
Interesante las historias que pasaste con esta aerolinea , que recuerdos
Gran articulo mi Capi. Madrigal , las aventuras que pasaste tratando de ingresar a el mundo de la avion . Concuerdo con Lumediana en lo relacionado a el desorden y lo de los uniformes , Happy Landings.
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