Powered By Blogger

miércoles, 3 de noviembre de 2010

AMANTE EN AGUAZUL (2 a parte)


Salí del hotel, vi la dirección y era la correcta.

Pensé que hasta ahí me había llegado la dicha y que todo podría haber sido un engaño. Pero alguien fue a llamarla y como en un sueño la vi bajando la escalera. – !Hola Carlos! –Me dijo sonriendo. Estaba espectacular. Su cabellera era más rubia que aquel día que la conocí. Su ojos estaban más azules. Estaba tan bella que no pude callarlo y le dije… – Martha…!Estas preciosa! –

La noté un poco tensa y me dijo – Que pena Carlos, no te puedo atender pues justo ahora esta llegando un grupo de ingenieros de la BP y esto esta la locura. – , – Tranquila, muéstrame mi habitación y luego nos vemos. – Mientras la seguía por los pasillos continuaba disfrutando de su espectacular cuerpo. Pensaba que tal vez todo esto era un extraño sueño…!Pero lo estaba disfrutando!

Dormí un poco y al llegar la noche salí a la recepción y la encontré bastante atareada con los clientes. Intermitentemente podíamos hablar y sentía que ella quería decirme algo pero que todavía no se atrevía.

Quería darle más confianza para que se sintiera mejor pero sus expresivos ojos azules me decían que algo había que la estaba atormentando.

Le pregunté si podíamos cenar juntos pero un poco apenada me dijo que no iba a ser posible. Le dije que me tocara la puerta en mi habitación apenas tuviera tiempo. Salí a cenar algo y mientras pensaba que en vez de ser una guerrillera era mas bien una mujer con problemas en su corazón y que conmigo estaba buscando escapar y sentir algo de alivio con alguien diferente.

Cuando volví al hotel la vi todavía muy ocupada y le dije que la esperaba más tarde. Me dijo que luego me hablaba y pude sentirla alejada y confundida. Decidí “bajarme de la nube” en la que venía montado y aterrizar a la realidad de una mujer con tormentos sentimentales.

Me fui a mi habitación, me quedé dormido y a eso de las cuatro de la mañana sentí que ella abrió la puerta y se quedó alli observandome.  Abriendo ligeramente mis ojos pude ver su silueta en la oscuridad.

Ella no encendió la luz y se quedó quieta mirándome. Estaba completamente indecisa y confundida. No sabía si hablarme o irse a dormir . Una parte de mi quería iniciar una noche de ardiente pasión pero al verla así decidí fingir que seguía dormido y empecé a apagar mi fuego interno por amarla.

Me di cuenta que estaba llorando. Esto aclaró mis dudas y en cierta forma me tranquilizó. Entre mis párpados vi como se quitaba su ropa y dejaba ver sus preciosos senos y su cuerpo de diosa de los llanos. Se acostó silenciosamente para no despertarme en otra cama que había en la habitación.  Cerré mis ojos y me llevé esa imagen de recuerdo para la dimensión de mis sueños.

Al otro día al despertarme  no la vi en su cama. Me bañé y fui a la recepción a saludarla. Ella se disculpó por no haberme dado tiempo la noche anterior pero me dijo que la acompañara a Yopal a comprar algunas cosas. Eso me subió la moral y más tarde salimos en un pequeño bus hacia Yopal.

Hablamos un poco más y supe que tenía una hija de unos seis años y que estaba separada de su esposo con el que tenía muchos problemas. El aire de la mañana de los llanos entraba por la ventana y movía su fresca cabellera…de pronto mientras hablábamos no aguanté la tentación y suavemente le acaricié su mano. Ella enseguida se quedó callada, tomó mi mano, la apretó respondiendo así todo lo que no se atrevía de forma silenciosa y se puso a ver el paisaje por la ventana.

Le dije que contara conmigo para lo que yo pudiese ayudarla. Esto la tranquilizó un poco y así llegamos a Yopal. Allí fuimos a varios sitios a comprar algunas cosas que ella necesitaba. Le hice un pequeño regalo a su hija escribiéndole en una tarjetica “con amor de Carlos Darío”. Y ella me dijo, – No, por favor no escribas eso que no quiero saber ahora más de amor. – Sentí su tristeza y le dije que se diera tiempo y que lo pensara. – Martha…una mujer tan preciosa como tu no debería tratarse tan mal a si misma. – Cuando le dije eso me miró a los ojos como si hubiese descubierto a otra persona en mi. – Me sonrió y me dijo que estuviese pendiente de su llamada.

Nos despedimos y me dirigí al aeropuerto. De nuevo me sentía extraño al ver el avión que yo usualmente vuelo de copiloto pero que esta vez abordaba como pasajero.

Despegamos y gocé todo el paisaje con los visos rojos del atardecer pensando en mi gran aventura amorosa de Aguazul.

Habían muchos interrogantes sobre ella pero no sabía como acercarme más y tratar de iniciar una relación.

Un par de días después para sorpresa mia me llamó al apartamento en Bogotá. Mi corazón se salía de mi pecho de la emoción. Sentía su voz completamente tensa.  Me dijo que no la fuera a llamar al antiguo teléfono y me dio un nuevo número. Me dijo que quería verme otra vez. Sentía que se estaba enamorando de mi pero había algo, como una sombra de la que ella no quería hablar, que la amenazaba constantemente.

Sentía que era como una fugitiva… una hermosa fugitiva de alguna película famosa que quería liberarse de sus ataduras para escapar conmigo.

Los siguientes días traté bastantes veces de llamarla a su nuevo número pero nunca me contestó. Sentí que ella volvía a internarse en la selva de mis sueños… en los llanos orientales de Colombia… tierra de las diosas llaneras.


2 comentarios:

Carlos Dario Madrigal dijo...

Juan David comenta:

Carlitos,
no se que decirte de esta historia.... es bastante nostalgica, trate sobre los suenos que tenemos, como nos cruzamos en la vida con otras personas y en ciertos casos (como esta historia), no entendemos por que la vida nos puso al frente a otra persona y sin saber por que, todo se desvanece... podemos casi lograr tocar el alma de ese otro ser y luego.... plop...
esta historia me recuerda un par de encuentros - muy parecidos- que al final, nunca entenderia que paso y si habia confusion antes, pues despues de que el sueno pasaba, pues mas confusion, porque no tenia conclusion, solo enigmas...
Muy bonita esta historia... Solo un pensamiento amigo,

Unknown dijo...

Hola Carlos, excelente relato y Corin Tellado te queda en pañales pero me queda la duda....nó quedó algo por contar porque el título de Amante en Aguazul sugiere un tórrido romance......cuente a ver!!! Saludos