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jueves, 25 de noviembre de 2010

LAS HISTORIAS DE JORGE CIPAGAUTA (2a parte)

SUSTO EN MARRUECOS

Hablando de anécdotas tuve tremendo susto casi al final de mi trabajo en Marruecos.
Como yo era el jefe de pilotos me tocaba a mi hacer todos los vuelos de prueba. Un dia fuimos a hacerle un vuelo de prueba a un avión que el dia anterior le habían tenido que cortar un motor en vuelo debido a un escape de aceite. Le estuvieron trabajando toda esa noche reparando el escape de aceite que era en uno de los rodamientos.


Esta es la compañía donde trabajaba en Marruecos y este es uno de sus ATR.

Fui a hacer el vuelo con uno de los copilotos más antiguos y el jefe de mecánicos, un morenito muy buena gente. Hicimos las pruebas normales en tierra sin ningún problema. Pusimos potencia estática, los parámetros del motor estaban normales, despegamos para un vuelo de quince a veinte minutos con salida estándar con viraje por la izquierda y ascender hasta quince mil pies, volver al VOR y aterrizar.

Ibamos a través de los nueve mil pies cuando escuchamos un ruido muy fuerte en el motor dos (derecho) con una fuerte vibración. Vimos los parámetros del motor y estaban oscilando. Enseguida reduje la potencia en ese motor y me devolví hacia el aeropuerto. Llamamos por radio a la torre para declarar la emergencia y que habíamos reducido un motor.

El procedimiento de descenso era llegar al VOR y dejarlo con tres mil pies para iniciar una aproximación ILS. Cuando estábamos próximos a dejar el VOR nos sonó la alarma de incendio del motor dañado. El procedimiento es halar la manija de corte de motor y descargar la primera de dos botellas extintoras de fuego y contabilizar treinta segundos. Si no se apaga la luz roja toca descargar la segunda botella.

Descargamos la primera, contamos los treinta segundos y no se apagó. Descargamos la segunda botella. En ese momento entró el mecánico morenito, se arrodilló en la cabina y me dijo - Capitán, la cabina de pasajeros esta completamente llena de humo.-  Le juro Carlos que él era moreno y...¡Del susto se había vuelto blanco!

Se había roto la balinera del rodamiento, escapó el aceite de nuevo y se produjo el incendio. Además se rompió uno de los ductos del aire acondicionado y por ahí se metió el humo a la cabina. Nos mirábamos con el copiloto pues aún seguía el fuego y no se apagaba la luz. Pasaron diez eternos segundos que para mi fueron como cuatro minutos hasta que por fin se apagó la luz.

Pero este no fue el verdadero susto. Estábamos como a mil pies sobre el terreno ya con la pista a la vista y nos dimos cuenta que había un fuerte aguacero sobre la pista y además viento cruzado de unos veinticinco nudos de la izquierda. Venía yo aterrizando el avión y al tocar pista, debido al viento, al agua y venir con un solo motor, el avión entró en hidroplaneo (deslizarse) y empecé a ver que las luces del lado izquierdo se acercaban. ¡Nos ibamos a salir de la pista! Miraba al copiloto y le decía  -¡No puedo hacer más!- Me tocó ponerle potencia al motor izquierdo mientras seguía pisando fuertemente los frenos y como en las películas justo al último momento volvimos a entrar a la pista otra vez.

Lo del motor fue nada comparado con el susto de que me estaba saliendo de la pista. Afortunadamente parqueamos sin mayor problema y cuando me bajé del avión sentía que me temblaban las piernas.

Continuará...



Aqui estoy en la plataforma en Agadir, uno de los aeropuertos de Marruecos. 

Conduciendo en la capital, Rabat.

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