Recuerdo que este día veníamos volando con el capitán Muñoz (Avión Twin Otter, Aerotaca,1992) desde Bucaramanga a Sogamoso en el departamento de Boyacá volando en sentido sur para continuar luego hacia Bogotá.
Nunca había hecho esta ruta y estaba ansioso por ver más de cerca el famoso cañón del rio Chicamocha.
Este cañón es una versión pequeña del gran cañón del rio Colorado en los EU. Tiene partes del paisaje que son similares.
Tomamos altura y el capitán me dijo que llevara el avión hasta Sogamoso para que él se pudiera echar su acostumbrada “siestica”. Pronto quedó profundamente dormido.
Adelante de mi empezaba la función de la naturaleza a mostrarme sus primeras imágenes. No podía creer como el rio había socavado durante millones de años tan espectaculares paredes y precipicios.
Este era el sitio donde siempre había querido volar en cometa pero no habia tenido la oportunidad. Ahora estaba adentrándome en este espectacular paisaje cumpliendo mi sueño pero a diferencia de una silenciosa cometa estaba siendo arruyado por el suave y adormecedor zumbido de este turbohélice. Sentía que mi ángel me estaba dando este día el mejor de los regalos!
Tenía ahora la oportunidad de poder disfrutar en balcón de lujo desde la cabina de un avión todo el cañón hasta la zona de sus inicios cerca de Sogamoso. Pensé que sería más espectacular si bajábamos un poco y estuviéramos en el centro del cañón para poder ver más de cerca esas bellas terrazas de diferentes colores.
La ruta nos iba a llevar por un lado y no quería perder la oportunidad. Miré a mi izquierda y vi al capitán roncando placidamente. Miré atrás a la sección de pasajeros y los pocos que habían estaban bajo la influencia de la falta de oxígeno a estas alturas y ya estaban todos dormidos. !Yo era el único despierto!
No pude evitar la tentación y lentamente sin que se sintiera disminuí la potencia para bajar y viré hacia el centro del cañón. Cuando llegué a la altura donde comenzaban las paredes empecé a gozar realmente la belleza del paisaje.
Al ver que todos seguían dormidos no me pude contener y bajé un poco más hasta que quedamos rodeados de precipicios a lado y lado. !Que belleza!… Me sentía viviendo algo surreal. Era estar solo en un avión en medio de la filmación de una de esas fabulosas aventuras del Discovery Channel!.
Hice pequeños virajes para ver mejor los detalles de los ríos que parecían culebras reptando por un gran desierto. A medida que avanzaba el cañón se iba haciendo mas estrecho y el rió más pequeño.
La grandeza del paisaje me hacía sentir como un diminuto pez navegando lentamente por el fondo de un acuario con paredes de roca hecho por el todo poderoso para su propio placer.
Poco a poco el paisaje empezó a tomar altura y debido a esto perdíamos altura con respecto al terreno. Suavemente empecé a colocar potencia rogando para que el capitán no se despertara. Miré a mi lado y podía escuchar todavía sus ronquidos.
El paisaje lentamente se fue tornando más y más verde a medida que subíamos hacia las montañas de Boyacá.
De pronto el capitán se despertó, miró los instrumentos y me dijo – Bueno, “loquito” siga así y me despierta cuando lleguemos. – , – Si capitán, no se preocupe – Le respondí y acto seguido se volteó hacia la ventana para seguir durmiendo.
Miré al frente y solté un suspiro de alivio al mismo tiempo que se me dibujaba una gran sonrisa por tan tremendo espectáculo que me regaló la naturaleza.
Me llevé de regalo uno de los vuelos que siempre había querido hacer. !Gracias Diosito!
Desde el rio se puede observar sus inmensas paredes. |
Parapentista volando sobre el cañón. |
2 comentarios:
wow! otro de los mejores articulos, muy bien narrado y con una prosa peotica muy bella. Felicitaciones!
muy buen comntario...me senti...tremendo conozco el cañon y que bien por lo q escribe....lo felicito q honor verlo desde el aire
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