lunes, 28 de febrero de 2011
MILAGRO MORENO (2a parte)
Continuaciòn...
Enseguida me volvió a preguntar - Tienes alguna experiencia en el trato a los clientes? - Sin todavía entender porque me lo preguntaba le hablé de mis anteriores experiencias tratando clientes en ventas y servicios. Enseguida subió su mascara de soldar y me miró a los ojos - Creo que te puedo ayudar a conseguir un trabajo que se te va a gustar mucho. - Y frunciendo el ceño le dije - En serio? Que trabajo? -
El miró hacia los lados asegurándose que el supervisor no nos estuviera viendo y me dijo - Esto que te voy a contar no lo comentes con los demás aquí en este trabajo. Mi esposa es auxiliar de vuelo en una aerolínea charter basada en Miami llamada Falcon Air y me dijo que están necesitando auxiliares de vuelo. Este podría ser su inicio para aplicar luego a la posición de piloto. -
Apenas escuchaba lo que me iba diciendo mi corazón aumentaba de ritmo y todos mis sentidos se agudizaban...no podía creer tan tremenda coincidencia...la aerolínea se llamaba Falcon y el avión que acababa de pasar era un Falcon jet...!Tenían el mismo nombre! Podía sentir a todos los seres del cielo diciéndome "Te estábamos dando una pista y ahora ya sabes la respuesta...Falcon."
Le dije enseguida - Podrías decirle a tu mujer que de verdad estoy muy interesado en aplicar? - Me dijo que se iba a comunicar con ella para que le diera más información.
Al dia siguiente me lo encontré y recibí una tonelada de buenas noticias. Debía entregarle al siguiente dia mi hoja de vida pues había "Open House' (Convocatoria) en la sede de la empresa en dos dias. !Dos dias! !Oh Dios mio! !Que sorpresa!!
Ese dia salí del trabajo mirando al cielo y diciendo - !Gracias! !Gracias! -
Al otro dia le llevé mi hoja de vida y nuestro morenito me tenía la sorpresa de que su esposa lo iba a recoger en la tarde. Contaba los minutos para que llegara la hora de la salida.
Salimos y me encontré con su esposa Ammie, una hermosa canadiense y conversando con ella tuve en realidad mi segunda entrevista. Simplemente estaba feliz. Me dio todas las indicaciones para ir bien presentado a la empresa, llevar mi hoja de vida y como responder las preguntas.
Llegó el dia de la entrevista y me puse mi mejor vestido con saco y corbata. Ante mis ojos se habría otro gran capítulo de mi vida que nació de un verdadero milagro que tuvo como intermediario a nuestro morenito soldador.
Continuara...
domingo, 27 de febrero de 2011
MILAGRO MORENO
CAPITULO 10
FALCON AIR EXPRESS
(Historias de Hangar)
El 7 de agosto de 1997, en el aeropuerto de Miami, un avión carguero DC-8 de la compañía Fine Air se precipitó a tierra después de despegar debido a errores de cálculo en el peso y balance y procedimientos de aseguramiento de la carga de la aeronave.
Murieron cuatro tripulantes y una persona en tierra. Lo que nunca me iba a imaginar es que ese accidente me iba a afectar laboralmente.
Llevaba para finales del año 1999 ya dos años trabajando en una empresa como auxiliar de mecánica de aviación. Nuestra empresa se encargaba de reacondicionar la cobertura de los motores de los aviones DC-8 de la compañía de carga aérea Fine Air.
Estoy al lado de un motor de un jet DC-8. Este es un motor modelo para medir que las puertas laterales ajusten exactamente en un motor real. |
Aquí estoy trabajando en una de estas puertas del motor que ya estamos por terminar. |
Avión de carga DC-8 de la compañía Fine Air |
Después del accidente la compañía empezó a hacer recortes y poco a poco veía como iban despidiendo uno cada semana. Me preguntaba cuando sería mi turno y en donde iría a buscar trabajo. Llegó el año 2000 con la noticia de que yo era el siguiente en ser despedido.
Preocupado con mi situación no tuve más opción que buscar un trabajo temporal en una agencia de empleo. En esta agencia afortunadamente lograba cada dia encontrar un trabajo distinto.
Un dia alzaba cajas en una bodega, otro dia limpiaba el piso en un hotel, otro dia estaba limpiando barcos y con la variedad venía un poco de alivio a la incertidumbre económica.
Un dia me tocó ir de ayudante en una bodega donde procesaban madera y armazones de hierro. Recuerdo que el jefe me dijo que saliera a barrer en la rampa de entrada. Escuché el sonido de un jet privado Falcon aproximando al aeropuerto ejecutivo de Fort Lauderdale y me di unos segundos de placer para seguirlo con la vista y disfrutar de saber que era piloto y mantenía viva mi esperanza de poder volar otra vez.
Para mi sorpresa volví a escuchar otro jet Falcon aproximando al mismo aeropuerto. A los pocos minutos lo vuelvo a escuchar y me di cuenta que era el mismo avión haciendo tal vez un vuelo de prueba o entrenamiento... "entrenamiento"... eso era lo que yo tanto deseaba en ese momento. Miré al suelo mientras barría y me dije - "Que maravilloso sería volver a un entrenamiento de aviación...volver a estar en un simulador...-
Volví a ver al mismo jet pasar justo sobre mi y dije mirando al cielo - Dios mio, dame el chance otra vez de iniciarme en una empresa aérea... - Volvi a infectar el campo cuántico y el cielo me tenía ya un milagro a unos cuantos metros y a solo segundos de esa súplica al Todo Poderoso.
-!Oiga joven!- Me gritó un morenito que trabajaba ahí y se encargaba de hacer la soldadura de los armazones de hierro. - !Venga y me ayuda a sostener estos tubos! - Dejé la escoba a un lado y siguiendo sus ordenes le ayudé a irle pasando los tubos mientras el cerraba su careta contra su cara y me decía - ! No vaya a mirar o se queda ciego! -
Yo tenía curiosidad de mirar pero decidí cuidar de mis ojos...pienso que era la voz del universo diciéndome...obedezca y no mire... porque estaba presenciando lo que yo defino como un milagro.
Se me hizo interesante la técnica de la soladura y me puse a pensar que este trabajador debía hacerse sus buenos dolarcitos. Inicié la charla con este morenito y le pregunté sobre sus honorarios y en efecto supe que ganaba muy bien. Después le pregunté sobre sus estudios y me contó sobre el proceso para lograr hacerse técnico en soldadura en el college. El al ver la clase de preguntas que le hacía me dijo - Oye, tu pareces una persona que ha estudiado algo...no me digas que tu has vivido solo de estos trabajos porque no te creo. -
Le empecé a confesar sobre mis estudios en la aviación y mi experiencia como copiloto en Colombia. El abriendo los ojos me dice - !Y que haces aqui barriendo en esta bodega! - Y le dije - Bueno de algo tengo que vivir mientras sigo estudiando. -
El morenito siguió soldando varios tubos y después de un rato me preguntó - Oye, tu que tal eres tratando a la gente... al cliente en general. - Me sorprendió la pregunta y creía que solo quería saber yo como trataba a las personas. Lo que nunca me sospeché es que en esta remota bodega y de este morenito soldador estaba yo escuchando la primera pregunta de mi primera entrevista en el arduo y maravilloso camino hacía una aerolínea!!
Continuará...
Etiquetas:
Anécdotas de pilotos,
Aviación comercial,
Historias de pilotos
jueves, 24 de febrero de 2011
HERMANOS AL RESCATE
El 24 de febrero se conmemora en Florida y en el mundo un aniversario más del derribo de dos aviones Cessna de la organización "Hermanos al rescate" o "Brothers to the rescue" en un cobarde ataque de la fuerza aérea cubana el 24 de febrero de 1996 donde perecieron cuatro de los pilotos de la organización.
De muchos sitios en el internet encontré uno donde se hace un breve resumen informativo sobre las misiones de la organización y lo que sucedió aquel funesto dia con transcripciones de las conversaciones entre los pilotos y el control aéreo de la Habana y las conversaciones entre los pilotos de la fuerza aérea cubana. Este es el link:
http://www.aguadadepasajeros.bravepages.com/menu2/rescate1.htm
De este link:
¿Quienes son Hermanos al Rescate?
Es una organización humanitaria con sede en Miami, Florida, integrada por Cubanos-Americanos, Cubanos y de otras nacionalidades, con el propósito de asistir a cubanos en el Estrecho de la Florida que huyen en balsa de la Isla comunista de Cuba para localizarlos y desde el avión lanzarles agua, comida, radios y tambien coordinación con los guardacostas para su rescate..
LOS HECHOS:
El sábado 24 de Febrero de 1996, cuando tres aviones Cessna 337 de Hermanos al Rescate cumplían una de sus tantas misiones humanitarias, un avión de combate Mig 29, utilizando el apoyo logístico de un Mig 25 de guerra y radares ubicados en bases militares de Cuba, hizo pedazos con cohetes de aire a aire en aguas Internacionales, a dos de tres aviones civiles de Hermanos al Rescate. El tercer avión logró escapar y regresar a su base en la Florida.
Mi amigo Gustavo (para protejer su privacidad) tuvo el privilegio de volar con la organización "Hermanos al rescate" y transcribo aqui su historia que es parte de su artículo en este blog."La historia de Gustavo"
HERMANOS AL RESCATE
Decidí abandonar mi proyecto de sacar la licencia de instructor. Me ofrecí como voluntario para volar con la “Civil Air Patrol” y así logré hacer más horas de vuelo. Conocí luego en el aeropuerto de Opalocka, al norte de Miami, al grupo de los “Hermanos al rescate” y logré que me dieran puesto como copiloto y luego de piloto en los vuelos de reconocimiento para buscar balseros que escapaban de Cuba en medio del mar.
Esta fue una experiencia muy bella difícil de describir. Divisarlos era prácticamente salvarles la vida ya que muchos de ellos mueren en el mar. Era una alegría indescriptible descubrirlos. Por las mañanas preparaba unas pequeñas bolsas con comida en lata y en especial un radio barato con instrucciones de cómo usarlo para comunicarse con el avión. Era muy emocionante cuando los balseros recibían la bolsa y nos llamaban al avión contándonos que llevaban cuatro a seis días en el océano. Después le dábamos las coordenadas de la balsa a los guardacostas para que se encargaran del rescate.
Aquí estoy con el comandante del escuadrón y fundador José Basulto. Esta es la Cessna 337 Skymaster. |
Oración antes de partir. |
Vuelo en formación en final corta paralelo a la pista del aeropuerto de Opalocka. |
Con mi camiseta de “Hermanos al rescate”. En el logo está la bandera de Cuba y los balseros. Aquí se puede ver el motor trasero del Skymaster. |
martes, 22 de febrero de 2011
ACCIDENTE EN SIMULADOR
Para esas fechas del año 2000 tuve una gran sorpresa cuando un antiguo amigo piloto de la empresa Avianca me contactó y me contó que tenía que ir a Miami a su chequeo anual como capitán en el simulador de un Boeing 757.
El simulador donde tendría sus sesiones estaba localizado al lado del aeropuerto de Miami. Nos pusimos de acuerdo y nos encontramos en la sala de recepción. Me presentó al instructor encargado y a su amigo quien iba a hacer su chequeo como copiloto.
El instructor muy amablemente accedió a la petición de mi amigo para que yo asistiera como observador en el simulador. Cuando entré al area donde se encuentran los simuladores enseguida vinieron recuerdos de cuando tuve mi sesión en el simulador de un B-727 de esta empresa años atrás en Denver, Colorado.
Entré con el grupo a un recinto inmenso donde se encontraban tres gigantescos fuselajes montados en lo que parecían las patas de un robot. Subimos a un segundo piso que nos conducía al puente de conección con un bello simulador de un B-757.
Entrada al simulador desde el segundo piso. |
Vista en el interior del simulador. Ala izquierda el area del instructor, adelante dos sillas adicionales y más adelante los puestos del piloto y del copiloto. |
Simulador de un B-757 de American Airlines en actitud de nariz arriba para simular aceleración y actitud del avión. |
El instructor trató de comunicarse con el encargado de abrirnos la puerta pero no había nadie a esa temprana hora de la mañana. Vio que la puerta del simulador estaba abierta, extendió el puente y entramos al simulador.
Encendieron todas las luces y cada uno empezó a ocupar sus sillas. El instructor me indicó que me sentara en la silla derecha de atrás para observar. Después trató de iniciar su panel de control y dijo - No se, como que algo anda mal con este simulador. - Luego mi amigo le dice al copiloto - Pues si el instructor no puede iniciar el simulador pues nos vamos al hotel a seguir durmiendo! -
El copiloto empezó a reirse con él mientras seguía acomodándose en su silla. De pronto sucedió algo que nunca creí iba a vivir en mi vida. !Un accidente dentro de un simulador!
El simulador entero se inclinó a la izquierda casi cuarenta grados y cayó hasta el tope del soporte de ese lado con un golpe tan fuerte y estrepitoso que todos nos fuimos contra el lado izquierdo de la cabina. El copiloto cayó encima del capitán y este se golpeó contra su ventana abriendo los paneles laterales. Yo caí encima del instructor. Las maletas cayeron y golperon fuertemente la pared haciendo más fuerte el ruido.
Podía sentir el peso de semejante robot en el que estábamos metidos. Al final de esta absurda y estruendosa escena el instructor nos preguntó si estábamos bien. Afortunadamente a ninguno nos pasó nada. Enseguida se oyó desde afuera el grito del encargado de los simuladores . - !Oh nooo! Estan todos bien? - Entró con cara de terror como si hubiese matado a alguien. Se disculpó pues no había avisado a tiempo que ese simulador estaba en reparación.
Llegaron varios técnicos y arreglaron los paneles laterales y colocaron el simulador de nuevo a funcionar.
Iniciamos las sesiones y me divertía como niño pequeño viendo una a una las emergencias que el instructor les soltaba en pleno vuelo. En una de las sesiones el instructor le puso tantos problemas al copiloto que el pobre se salió de la pista.
Ya para finalizar mi amigo le pidió el favor al instructor de que me dejara volar el simulador unos minutos. !No podía creerlo! ! Me iban a dar chance de volarlo! Me senté en el asiento del copiloto y siguiendo las instrucciones de mi amigo fui haciendo la aproximación simulada a la pista 13 derecha del aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Me sentía volver de entre las cenizas a una nueva experiencia en Avianca desde aquel frustrado simulador cuando quise ingresar en esta compañía. Para mi sorpresa respondí bien al ejercicio y logré aterrizar suavemente este inmenso jet en aquella pista virtual en la oscura noche de Bogotá. Frené el avión y cortamos los sistemas siguiendo la lista de chequeo.
Enseguida el instructor dijo - !Si ven, nuestro amigo observador fue el único que aterrizó bien el avión! - Obviamente debido a que no me pusieron ninguna emergencia ni tampoco viento cruzado.
Le agradecí inmensamente al instructor haberme dado chance en el simulador y a mi amigo por haberme invitado.
Ese día regresé a mi casa completamente feliz de haber tenido tan increíble experiencia y también de haber sobrevivido a un accidente real...dentro un simulador!
B-757 de Avianca (Foto Virtualiners) |
domingo, 20 de febrero de 2011
ENSEÑANDOLE A JORGE
Con Jorge Gallego nos graduamos juntos el mismo dia en el deporte del vuelo en cometa en las hermosas montañas del norte de Bogotá en Colombia, http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/08/graduacion.html
Además compartimos en nuestras épocas de estudiantes en la universidad el interesante deporte de las armas blancas, el esgrima. El también ha hecho su aporte a este blog con su historia personal: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/06/las-historias-de-jorge-gallego.html
A inicios del año 2000 Jorge emigró a los Estados Unidos y yo le ofrecí estadía en mi efficiency (aparta-estudio) mientras él ahorraba un poco. Le ayudé en aspectos técnicos de como conseguir su primer trabajo y afortunadamente todo salió bien y lo contrataron como a finales del 2000. El de la felicidad dijo - !Esto hay que celebrarlo! !Vamos a rentar el avión que hoy quiero volar! -
Yo me puse muy contento de saber que Jorge iniciaba un nuevo capítulo en su vida siendo ahora acogido laboralmente por este gran pais de las oportunidades.
Fuimos al aeropuerto North Perry que estaba a solo cinco minutos del apartamento, dejamos en un sobre cerrado el valor de la renta del avión en la oficina del instructor encargado del club del Cessna 172 y seguimos a la rampa a preparar el avión para volar.
Jorge solo tenía experiencia como piloto de cometa humana y esto le daba buenas bases para empezar a tomar los controles además que ya había tomado varias clases en el simulador de vuelo en mi computador. Le ayudé a usar los pedales y el acelerador en la fase de carreteo y asi aprendió rápido como llevarlo en tierra.
Luego le fui indicando como hacer las pruebas del motor. Nos enfrentamos a la pista, la torre nos autorizó y Jorge despegó el avión con solo pequeñas indicaciones. Yo me sentía emocionado de ver que yo en realidad estaba volando el avión a través de la mente de Jorge. Tenía que adelantarme a sus reacciones, leer su mente y asi indicarle que hacer en el momento oportuno.
Dimos la vuelta alrededor de la pista y nos preparamos a aterrizar. Jorge estaba un poco nervioso al ver que estaba él solo con los mandos pero yo lo tranquilicé diciéndole que estaba haciendolo bastante bien.
Ya al acercarnos a la pista lo ayudé con pequeñas correcciones y sentamos ruedas un poco fuerte. Le dije - !Buen aterrizaje Jorge, vamos arriba otra vez! - El puso máxima potencia y despegamos casi inmediatamente. Hicimos varios circuitos y ya lo estaba haciendo casi solo.
Como al quinto aterrizaje dijo - Uy Carlos ya estoy cansado mejor paremos que esto es bastante estresante. - Comprendí enseguida que para mi era algo normal pero para él era su primera vez al mando y además haciendo despegues y aterrizajes de forma continua.
Estaba exhausto. Aterrizamos y llevamos el avión a la plataforma para amarrarlo firmemente en las argollas del parqueo. Jorge aunque cansado por los ejercicios parecía un niño cuando se baja del carrusel en la feria, quería seguir celebrando. - !Vamos al restaurante de comida de mar, yo invito! - dijo y asi continuamos ese dia de celebración.
Jorge Gallego y Vicky visitando Nevada |
Hace tres años (2008) en mi cumpleaños compartiendo con Jorge Gallego y mi mujer Luz Dary. |
jueves, 17 de febrero de 2011
!PRIMER ANIVERSARIO DE MI BLOG!
El jueves, 17 de febrero de 2011 celebro el primer aniversario de este blog "Memorias de un piloto". Mi esposa (2010) y mentora literaria Luz Dary Jimenez me convenció que en vez de meter dos libros en una memoria virtual era mejor compartir historia por historia con mis lectores.
Al principio no estaba convencido pero viendo el éxito que ella tenía con su blog me aventuré y descubri el placer de compartir dia a dia.
Haciendo un compendio de mi blog logré publicar en su totalidad mi primer libro "Historias del aire" que trata sobre historias mias y de amigos de aviación deportiva (aeromodelismo, vuelo en cometa, paracaidismo, parapentismo y vuelo en ultraliviano).
Estas las he ido intercalando con mi segundo libro "Historias de hangar" que precisamente acabé su primera parte ayer (Vuelo con mi madre) y de ahora en adelante seguiré escribiendo de forma abierta de acuerdo a lo que recuerde y a lo que el destino me siga brindando.
Este segundo libro trata sobre historias mias y de amigos sobre aviación comercial.
Hasta hoy el blog me ha contabilizado 316 historias en este primer año. Hace un mes mi mujer colocó un contador de visitas a mi blog y hoy registró 2127 visitas lo cual me tiene muy contento.
Al principio no estaba convencido pero viendo el éxito que ella tenía con su blog me aventuré y descubri el placer de compartir dia a dia.
Haciendo un compendio de mi blog logré publicar en su totalidad mi primer libro "Historias del aire" que trata sobre historias mias y de amigos de aviación deportiva (aeromodelismo, vuelo en cometa, paracaidismo, parapentismo y vuelo en ultraliviano).
Estas las he ido intercalando con mi segundo libro "Historias de hangar" que precisamente acabé su primera parte ayer (Vuelo con mi madre) y de ahora en adelante seguiré escribiendo de forma abierta de acuerdo a lo que recuerde y a lo que el destino me siga brindando.
Este segundo libro trata sobre historias mias y de amigos sobre aviación comercial.
Hasta hoy el blog me ha contabilizado 316 historias en este primer año. Hace un mes mi mujer colocó un contador de visitas a mi blog y hoy registró 2127 visitas lo cual me tiene muy contento.
HISTORIAS FAVORITAS
De mi primer libro "Historias del aire" mi historia favorita fue: "Mi primer alumno" en este link: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/02/mi-primer-alumno-todo-estaba-listo-para.html
se las recomiendo. De mi segundo libro mi favorita fue: "El rostro de la muerte" pues fue una de las experiencias más intensas que he tenido: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/04/el-rostro-de-la-muerte.html
De mis amigos que gentilmente me enviaron sus historias les recomiendo: "Las historias de Steven Salgado" : http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/07/las-historias-de-steven-salgado.html que trae bastantes historias en diferentes modalidades de la aviación depotiva. Tambien " Las historias de Manuela Jaramillo" quien nos trae su historia de su primer salto en paracaidas con su delicioso estilo de escritura: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/07/la-historia-de-manuela-jaramillo.html
De mis favoritas la historia de mi mujer Luz Dary Jimenez " Temores al viento" donde narra su propia y hasta ahora única experiencia en la aviación deportiva : http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/06/la-historia-de-mi-esposa.html
Quiero hacer una lista cronológica de reconocimiento de todos los amigos que han escrito o grabado sus historias y les doy las gracias por su aporte: (Entre comillas los nombres ficticios)
Felipe Hurtado . Hollywood, Florida.
Edgar Enrique Hazbón . Bogotá Colombia.
Pilar Triana . Milán, Italia.
Andrés Felipe Madrigal . Bogotá, Colombia.
Luz Dary Jimenez . Hollywod, Florida
Vicky Melo , West Palm, Florida.
Ricardo Escobar , Manizales, Colombia.
Gustavo Rojas , Puerto Rico y Perú.
Juan Pablo García , Arabia.
Luis Robledo , Medellín, Colombia.
Jorge Gallego West Palm, Florida.
Nikolai Betancourt Bucaramanga, Colombia.
Alex Villa West Palm, Florida.
Steven Salgado Medellín, Colombia.
Manuela Jaramillo Manizales, Colombia.
Jorge Cleva Buenos Aires, Argentina.
Alvaro Jaramillo Bogotá, Colombia.
Camilo Rivera West Palm, Florida.
Juan K Medellín, Colombia.
Nelson Serrano Lima, Perú.
Ivan Duque Miramar, Florida.
Juan David Jimenez Chicago, Illinois.
"German Chopper" Miami, Florida.
Jorge Cipagauta Radat, Marruecos.
Oscar Madrigal Medellín, Colombia.
Robson Cohelo Miami, Florida.
"Avionero" Hollywood, Florida.
Esteban Arana, Hollywood, Florida.
Alvaro Berrio Aventura, Florida.
Alejandro Vallejo Cali, Colombia.
Andrés Gomez Dallas, Texas.
Diego Monsalve Medellín, Colombia.
(lista hasta el 2011)
Muchas gracias también a todos mis lectores y a sus comentarios que son el alimento esencial para este blog. Sigan disfrutando de estas memorias de los gomosos de la aviación.
"Para el placer de tu imaginación"...
Carlos Dario Madrigal
se las recomiendo. De mi segundo libro mi favorita fue: "El rostro de la muerte" pues fue una de las experiencias más intensas que he tenido: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/04/el-rostro-de-la-muerte.html
De mis amigos que gentilmente me enviaron sus historias les recomiendo: "Las historias de Steven Salgado" : http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/07/las-historias-de-steven-salgado.html que trae bastantes historias en diferentes modalidades de la aviación depotiva. Tambien " Las historias de Manuela Jaramillo" quien nos trae su historia de su primer salto en paracaidas con su delicioso estilo de escritura: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/07/la-historia-de-manuela-jaramillo.html
De mis favoritas la historia de mi mujer Luz Dary Jimenez " Temores al viento" donde narra su propia y hasta ahora única experiencia en la aviación deportiva : http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/06/la-historia-de-mi-esposa.html
LISTA DE ESCRITORES
Quiero hacer una lista cronológica de reconocimiento de todos los amigos que han escrito o grabado sus historias y les doy las gracias por su aporte: (Entre comillas los nombres ficticios)
Felipe Hurtado . Hollywood, Florida.
Edgar Enrique Hazbón . Bogotá Colombia.
Pilar Triana . Milán, Italia.
Andrés Felipe Madrigal . Bogotá, Colombia.
Luz Dary Jimenez . Hollywod, Florida
Vicky Melo , West Palm, Florida.
Ricardo Escobar , Manizales, Colombia.
Gustavo Rojas , Puerto Rico y Perú.
Juan Pablo García , Arabia.
Luis Robledo , Medellín, Colombia.
Jorge Gallego West Palm, Florida.
Nikolai Betancourt Bucaramanga, Colombia.
Alex Villa West Palm, Florida.
Steven Salgado Medellín, Colombia.
Manuela Jaramillo Manizales, Colombia.
Jorge Cleva Buenos Aires, Argentina.
Alvaro Jaramillo Bogotá, Colombia.
Camilo Rivera West Palm, Florida.
Juan K Medellín, Colombia.
Nelson Serrano Lima, Perú.
Ivan Duque Miramar, Florida.
Juan David Jimenez Chicago, Illinois.
"German Chopper" Miami, Florida.
Jorge Cipagauta Radat, Marruecos.
Oscar Madrigal Medellín, Colombia.
Robson Cohelo Miami, Florida.
"Avionero" Hollywood, Florida.
Esteban Arana, Hollywood, Florida.
Alvaro Berrio Aventura, Florida.
Alejandro Vallejo Cali, Colombia.
Andrés Gomez Dallas, Texas.
Diego Monsalve Medellín, Colombia.
(lista hasta el 2011)
Muchas gracias también a todos mis lectores y a sus comentarios que son el alimento esencial para este blog. Sigan disfrutando de estas memorias de los gomosos de la aviación.
"Para el placer de tu imaginación"...
Carlos Dario Madrigal
Con el Cessna 172 N172GR...el "Romeo del Golfo" en el aeropuerto de North Perry en Hollywood Florida. |
miércoles, 16 de febrero de 2011
VUELO CON MI MADRE
A mediados del 2001 me dio por preguntarle a mi madre si queria ir conmigo a un vuelo en la Cessna 172. Para mi sorpresa me dijo que si y que invitaramos tambien a su nieta Karla (hija de mi hermano Felipe) y a David (hijo de mi hermana Margarita). David haría su segundo vuelo conmigo. Vi que podia llevar a un niño más y decidí llevar a mi hijo Fernando.
Era una tibia noche bastante calmada perfecta para nuestro vuelo panorámico. Llegamos al aeropuerto, abri la puerta de acceso a la rampa con una clave de seguridad y seguimos en el carro hasta donde estaba nuestro avión “Romeo”.
Senté a los tres primos atrás y a mi madre en el puesto del copiloto. Yo estaba contento de ver que mi madre tomaba con calma esta aventura hasta que le dije – Mami, cualquier cosa este es el acelerador que lo usa para subir o bajar el avión y este es el radio por si necesita comunicarse...- Ella enseguida abrió los ojos bien grandes y me dijo - ¡Noooo, ni me siga diciendo, que horror! ¡Dios quiera que no pase nada usted es el que va a volar este avión y punto! -
Me entró una sensación de angustia de saber que en mis manos llevaba a mi madre y parte de nuestras familias. Pero lo tomé como parte del proceso de llevar esta aventura a cabo. Inicié el motor, llevé el avión a la cabecera de la pista 9 derecha, puse toda la potencia, despegamos y de la oscuridad de la pista pasamos de repente a ver un millón de luces alrededor de nosotros y asi empezamos a disfrutar del hermoso paisaje nocturno.
Aproveché para contarle a mi madre sobre los sitios donde estábamos volando y a veces ella me señalaba sitios que ella reconocía. Fernando y David atrás le explicaban a Karla sobre el vuelo.
Después de recorrer la zona del puerto y el area del centro de Miami regresamos al aeropuerto de Hollywood. Al no haber viento tuvimos un aterrizaje casi imperceptible. Los niños atrás aplaudieron pero mi mamá se mantenía callada como tragando todavía saliva por el aterrizaje.
Acababa de cumplir uno de mis más grandes sueños, llevar al ser que me dio la vida a volar.
Dedicada a mi hermosa madre Rosa Maria Diaz.
lunes, 14 de febrero de 2011
VOLANDO EN UN STEARMAN
Manuela Jaramillo es una cyber amiga muy gomosa de la aviación tanto comercial como deportiva. Ya nos compartió una de sus bellas historias cuando hizo su primer salto en paracaidas: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/07/la-historia-de-manuela-jaramillo.html Esta historia no solo es emocionante sino tambien muy graciosa. Aqui nos trae otra de sus grandes aventuras, disfrutenla.
En Junio 30 del 2007 en el aeropuerto El Edén de Armenia, Quindío, Colombia se organizó el Festival Aéreo Internacional de Armenia. Tengo la gran fortuna de ser hija de alguien influyente en la organización, por lo que para cualquier cosa solo bastaba con decir “Papá, yo quiero…” porque lo más malo de la rosca, es no estar en ella.
De repente sentí aterrizar un hermoso avión. Uno que alguna vez, cuando era muy niña, conocí estacionado en el Aeroclub del Pacífico y posteriormente en el desaparecido (lástima!) Museo del Transporte, en Cali. Era un hermoso Stearman PT-17, fabricado en 1939 por la compañía Boeing.
Supe que para mi familia es un avión sentimentalmente importante. Cuando estaba en el vientre de mi madre, ella se tomó una fotografía sentada en la llanta de aquel avión. Luego, en el Museo, tuve mi foto sentada en la misma llanta del mismo avión. ¡Ahora quería volar en él!
Busqué a mi padre y le di tiempo para que hiciera sus gestiones (¡No saben cuánto me encanta tener un papá así!). Minutos después llegó con un tipo alto, canoso, imponente. Era el capitán Gerhard Thyben, un personaje influyente y representativo de la aviación colombiana. Alemán, paracaidista, destacado hombre de negocios, piloto de la Segunda Guerra Mundial, llegó a Colombia hace bastantes años y desde entonces ha volado acá.
Hablamos sobre el vuelo, acordamos detalles y mientras tanto me contó un poco de la historia del avión. El Stearman es un biplano de entrenamiento biplaza, de los cuales en el país solo quedan cuatro! Y tendría la fortuna de volar en uno de ellos!
Nos acercamos al avión. Thyben me entregó las gafas y el gorro que hacían que el pasajero se sintiera como volando en la guerra. Me sentía ridícula con eso puesto, pero puede ver la emoción en la cara del público al carretear cerca a ellos con semejante ambientación. Sentada en el puesto trasero pude ver las “varillas” de trasmisión del avión y su movimiento cuando el avión cambiaba de dirección.
Llegamos al final de la pista y giramos para enfrentarla. Thyben le puso potencia al motor y empezamos a rodar. Por ser el avión descabinado, sentía el viento en mi cara. De repente se elevó suavemente y pude notar la diferencia de velocidades.
Volaba mucho más lento que los otros aviones en los que había estado! Al finalizar el paso por la pista, giramos a la derecha y sobrevolamos el municipio de La Tebaida, pude ver la carretera que conduce al Aeropuerto. Al no tener un vidrio que me separara del paisaje, pude detallar muy bien los cultivos, haciendas y demás cosas que habían debajo de nosotros.
Minutos más tarde nos alejamos del aeropuerto. Sentí un ruido que antes no estaba. Miré hacia la derecha y entendí lo que estaba pasando. Se acercaba otro Stearman, el de la FAC, y un DHC-2 Beaver!!! ¡¡¡Sería un vuelo en formación!!!
La emoción me invadió de inmediato. Los aviones se aproximaron y nos alineamos con la pista para hacer un rasante frente al público. Sentía la vibración del avión, me concentré en el viento, la gente mirando y aplaudiendo, los aviones a mi lado, el sonido del motor, y las correcciones a la dirección que hacía Thyben. Fue realmente espectacular!
Después de dar un par de vueltitas más, procedimos a aterrizar, tocando suavemente la pista. Parqueamos y bajamos del avión. Le entregué a mi capitán el gorro y las gafas, le agradecí la experiencia, lo abracé y le regalé una de mis mejores sonrisas. Estaba feliz! Caminé por la plataforma hacia el público donde me esperaban mis amigos y seguimos disfrutando del Festival, sin dejar atrás la sensación de un lento, majestuoso e inolvidable vuelo.
Manu Jaramillo
VOLANDO EN UN STEARMAN
En Junio 30 del 2007 en el aeropuerto El Edén de Armenia, Quindío, Colombia se organizó el Festival Aéreo Internacional de Armenia. Tengo la gran fortuna de ser hija de alguien influyente en la organización, por lo que para cualquier cosa solo bastaba con decir “Papá, yo quiero…” porque lo más malo de la rosca, es no estar en ella.
De repente sentí aterrizar un hermoso avión. Uno que alguna vez, cuando era muy niña, conocí estacionado en el Aeroclub del Pacífico y posteriormente en el desaparecido (lástima!) Museo del Transporte, en Cali. Era un hermoso Stearman PT-17, fabricado en 1939 por la compañía Boeing.
Supe que para mi familia es un avión sentimentalmente importante. Cuando estaba en el vientre de mi madre, ella se tomó una fotografía sentada en la llanta de aquel avión. Luego, en el Museo, tuve mi foto sentada en la misma llanta del mismo avión. ¡Ahora quería volar en él!
Stearman PT-17 |
Hablamos sobre el vuelo, acordamos detalles y mientras tanto me contó un poco de la historia del avión. El Stearman es un biplano de entrenamiento biplaza, de los cuales en el país solo quedan cuatro! Y tendría la fortuna de volar en uno de ellos!
Nos acercamos al avión. Thyben me entregó las gafas y el gorro que hacían que el pasajero se sintiera como volando en la guerra. Me sentía ridícula con eso puesto, pero puede ver la emoción en la cara del público al carretear cerca a ellos con semejante ambientación. Sentada en el puesto trasero pude ver las “varillas” de trasmisión del avión y su movimiento cuando el avión cambiaba de dirección.
Llegamos al final de la pista y giramos para enfrentarla. Thyben le puso potencia al motor y empezamos a rodar. Por ser el avión descabinado, sentía el viento en mi cara. De repente se elevó suavemente y pude notar la diferencia de velocidades.
Volaba mucho más lento que los otros aviones en los que había estado! Al finalizar el paso por la pista, giramos a la derecha y sobrevolamos el municipio de La Tebaida, pude ver la carretera que conduce al Aeropuerto. Al no tener un vidrio que me separara del paisaje, pude detallar muy bien los cultivos, haciendas y demás cosas que habían debajo de nosotros.
Minutos más tarde nos alejamos del aeropuerto. Sentí un ruido que antes no estaba. Miré hacia la derecha y entendí lo que estaba pasando. Se acercaba otro Stearman, el de la FAC, y un DHC-2 Beaver!!! ¡¡¡Sería un vuelo en formación!!!
Volando en formación el Beaver y más allá el Stearman de la FAC (Fuerza aéerea Colombiana) |
La emoción me invadió de inmediato. Los aviones se aproximaron y nos alineamos con la pista para hacer un rasante frente al público. Sentía la vibración del avión, me concentré en el viento, la gente mirando y aplaudiendo, los aviones a mi lado, el sonido del motor, y las correcciones a la dirección que hacía Thyben. Fue realmente espectacular!
Después de dar un par de vueltitas más, procedimos a aterrizar, tocando suavemente la pista. Parqueamos y bajamos del avión. Le entregué a mi capitán el gorro y las gafas, le agradecí la experiencia, lo abracé y le regalé una de mis mejores sonrisas. Estaba feliz! Caminé por la plataforma hacia el público donde me esperaban mis amigos y seguimos disfrutando del Festival, sin dejar atrás la sensación de un lento, majestuoso e inolvidable vuelo.
Manu Jaramillo
domingo, 13 de febrero de 2011
VOLANDO DESDE TIERRA
Diego Monsalve es un primo de mi esposa Luz Dary (2010) y como ella, él es también amante de la literatura y además de la poesía del vuelo.
Nació en Yolombó Antioquía donde sus verdes paisajes y gentes trabajadoras del campo le dieron esos ingredientes tan especiales que plasma en sus escritos.
Tambien escribe un blog llamado Instinto Canino lleno de interesantes relatos y reflexiones. Disfruten de su historia.
VOLANDO DESDE TIERRA
Nací en el ochenta y cinco, no se habían inventado los aviones, no se habían inventado los computadores, lo más tecnológico era el Atari 2600 de Claudia.
Los límites del pueblo se imponían en una fotografía donde no existía nada más lejos que la casa de doña Tere. Sobre la pared de la guardería yacía una foto de este gran mundo en esta época.
Yolombó, ese pueblo hermoso, en ese tiempo donde lo que no veías en el pueblo simplemente no existía, es muy cierto, no existía.
Tiempos aquellos en los que era rico creer que mi cobija orinada retenía todos los monstruos que fueran apareciendo, hasta podía esconder a mi hermano y protegerlo de cualquiera que quisiera hacerle daño.
Cuando llegó a mi casa el primer televisor, nos aventuramos, mi hermano y yo, a creer que lo que llamaban aviones era simplemente fantasía, ¿Aparatos que volaban sobre ciudades? Ciudades que después nacieron de la noche a la mañana?
No sabíamos como hacían para mostrar un aparato que contenía gente y poder llevarlos por el aire. Simplemente porque en mi época, tampoco habían inventado los computadores.
Con el televisor en casa se nos despertaron muchas ideas para después enterarnos que ya existían.
En este mundo, viajar donde doña Tere implicaba buscar la "chiva" (bus) de don Pedro para que lo llevara hasta el límite de este, mi mundo, y si tenía mucha demanda, tocaba hablar con los jornaleros del pueblo que llegaban en las tardes a descansar de sus labores, para que al día siguiente nos enviaran una "bestia" y poder transportarnos.
Así era nuestro modo de transporte en la época en que no se había inventado mucho. Cuando mi madre decidió que era mejor irnos a vivir a la ciudad me di cuenta que "la chiva" de don Pedro no llegaba hasta donde mi mente creía, tampoco que doña Tere era la que limitaba con el fin del mundo.
Era el fin de este mundo. El fin de mi mundo; les aseguro que no había otro mundo.
Era el fin de lo que yo llamo mi inocencia, después de esto inventaron los aparatos que vuelan, aparatos que suman, aparatos que hacen retratos, y un sin fin de cosas que hasta el día de hoy no sé cómo funcionan.
Fue la primera vez que veía una casa más alta que la torre de la iglesia de San Lorenzo, edificios gigantes que parecían subyugar al mundo.
Cuando llegamos a la ciudad alquilamos un cuarto cerca al aeropuerto, en una ciudad donde solo éramos tres contra el mundo, y donde muchos de la familia por parte de mi madre, no desperdiciaban la oportunidad para oprimir su corazón y por consecuencia el de mi hermano y el mío.
Salíamos a caminar cerca del aeropuerto para ver despegar los aviones. Pararse detrás de la malla y esperar que los aviones grandes salieran para que su viento nos hiciera sentir, al cerrar los ojos, que íbamos en caída libre…
Excelente vuelo teníamos, al cerrar los ojos creía que estaba volando, sentía que mis miedos aumentaban el vacío que da una caída libre; pero también sentía que todos mis pequeños problemas se iban alejando cada vez más con el viento mientras mi madre huía de tanto alboroto.
Y los grandes problemas de una madre cabeza de hogar no se alejaban ni aún si hubiera despegado un jet.
De este tiempo en adelante he visto llegar mucho aviones, y despegar otros tantos, parapentes volar sobre la ciudad, cometas sobre mi casa y frisbis en el parque.
Aún espero el día en que aborde el primer avión con cualquier destino, simplemente para ver si era real lo que mi imaginación de niño veía. Ahí está mi única experiencia de vuelo...volando desde tierra.
Diego Monsalve
Nació en Yolombó Antioquía donde sus verdes paisajes y gentes trabajadoras del campo le dieron esos ingredientes tan especiales que plasma en sus escritos.
Tambien escribe un blog llamado Instinto Canino lleno de interesantes relatos y reflexiones. Disfruten de su historia.
VOLANDO DESDE TIERRA
Nací en el ochenta y cinco, no se habían inventado los aviones, no se habían inventado los computadores, lo más tecnológico era el Atari 2600 de Claudia.
Los límites del pueblo se imponían en una fotografía donde no existía nada más lejos que la casa de doña Tere. Sobre la pared de la guardería yacía una foto de este gran mundo en esta época.
Yolombó, ese pueblo hermoso, en ese tiempo donde lo que no veías en el pueblo simplemente no existía, es muy cierto, no existía.
Tiempos aquellos en los que era rico creer que mi cobija orinada retenía todos los monstruos que fueran apareciendo, hasta podía esconder a mi hermano y protegerlo de cualquiera que quisiera hacerle daño.
Cuando llegó a mi casa el primer televisor, nos aventuramos, mi hermano y yo, a creer que lo que llamaban aviones era simplemente fantasía, ¿Aparatos que volaban sobre ciudades? Ciudades que después nacieron de la noche a la mañana?
No sabíamos como hacían para mostrar un aparato que contenía gente y poder llevarlos por el aire. Simplemente porque en mi época, tampoco habían inventado los computadores.
Con el televisor en casa se nos despertaron muchas ideas para después enterarnos que ya existían.
En este mundo, viajar donde doña Tere implicaba buscar la "chiva" (bus) de don Pedro para que lo llevara hasta el límite de este, mi mundo, y si tenía mucha demanda, tocaba hablar con los jornaleros del pueblo que llegaban en las tardes a descansar de sus labores, para que al día siguiente nos enviaran una "bestia" y poder transportarnos.
Así era nuestro modo de transporte en la época en que no se había inventado mucho. Cuando mi madre decidió que era mejor irnos a vivir a la ciudad me di cuenta que "la chiva" de don Pedro no llegaba hasta donde mi mente creía, tampoco que doña Tere era la que limitaba con el fin del mundo.
Era el fin de este mundo. El fin de mi mundo; les aseguro que no había otro mundo.
Plaza principal de Yolombó, Antioquia, Colombia. |
Era el fin de lo que yo llamo mi inocencia, después de esto inventaron los aparatos que vuelan, aparatos que suman, aparatos que hacen retratos, y un sin fin de cosas que hasta el día de hoy no sé cómo funcionan.
Fue la primera vez que veía una casa más alta que la torre de la iglesia de San Lorenzo, edificios gigantes que parecían subyugar al mundo.
Cuando llegamos a la ciudad alquilamos un cuarto cerca al aeropuerto, en una ciudad donde solo éramos tres contra el mundo, y donde muchos de la familia por parte de mi madre, no desperdiciaban la oportunidad para oprimir su corazón y por consecuencia el de mi hermano y el mío.
Salíamos a caminar cerca del aeropuerto para ver despegar los aviones. Pararse detrás de la malla y esperar que los aviones grandes salieran para que su viento nos hiciera sentir, al cerrar los ojos, que íbamos en caída libre…
Excelente vuelo teníamos, al cerrar los ojos creía que estaba volando, sentía que mis miedos aumentaban el vacío que da una caída libre; pero también sentía que todos mis pequeños problemas se iban alejando cada vez más con el viento mientras mi madre huía de tanto alboroto.
Y los grandes problemas de una madre cabeza de hogar no se alejaban ni aún si hubiera despegado un jet.
De este tiempo en adelante he visto llegar mucho aviones, y despegar otros tantos, parapentes volar sobre la ciudad, cometas sobre mi casa y frisbis en el parque.
Aún espero el día en que aborde el primer avión con cualquier destino, simplemente para ver si era real lo que mi imaginación de niño veía. Ahí está mi única experiencia de vuelo...volando desde tierra.
Diego Monsalve
sábado, 12 de febrero de 2011
VUELO SOBRE UN CRUCERO
Para marzo del 2001 seguía haciendo mis vuelitos de Aeropaseos en el bello Cessna 172 “Romeo del Golfo” (Le decía asi por su matrícula N 172GR). Siempre había querido llevar a volar a Luz Angela, la tia de mi hijo Fernando. Mi “Cuñis”, como le digo a ella, tiene tres hijos, Carolina, Mauricio y Daniel.
Para esta época estaban de 7, 5 y 3 añitos aproximadamente. Me di cuenta que para balancear el avión, Luz Angela podía llevar a Daniel, el menor, en sus brazos adelante y los otros dos podrían ir atrás con mi hijo Fernando de 4 años. ¡Iba a ser el primer vuelo con tantos niños! !Y el único vuelo hasta ahora a mi mando con 5 pasajeros!
Nos reunimos en el aeropuerto y teníamos un sol brillante con poco viento para gozarlo todo el dia. Salimos caminando por la rampa hacia el avión y parecíamos tremenda familia con cuatro hijos. Afortunadamente todos se estaban portando muy bien y rápidamente se sentaron en sus puestos asignados. Inicié el motor y todos gritamos alegres ¡Yeheee! .
Despegamos con rumbo a la playa y de ahi continué hacia el sur rumbo a Miami. Los niños estaban concentrados mirando hacia abajo y comentando entre ellos todo lo que veían por la ventanilla. Llegamos a South Beach y luego nos acercamos a la salida del puerto de Miami. ¡Que coincidencia! Justo saliendo del canal venía navegando un inmenso barco crucero lleno de pasajeros. Se veía majestuoso.
Enseguida ajusté la velocidad, puse un punto de flap y empecé a virar por la derecha alrededor del crucero para que todos pudieran verlo. Luz Angela tomó algunas fotos y los niños decían - ¡Miren! ¡Tiene una piscina en la mitad! – Le dimos dos vueltas y luego continuamos hacia el sur. Más adelante vimos el Sea Aquiarium donde se alcanzaban a ver las focas y delfines saltando en medio del show.
Yo estaba tal vez más contento que ellos pues estaba realizando mi sueño de llevar a todos los primitos juntos en el mismo vuelo! Regresamos y después de un suave aterrizaje “mantequillero” fuimos al apartamento de Luz Angela donde los primitos continuaron la fiesta jugando entre ellos.
Los primitos en esa época. Carolina a la izquierda, atrás Fernando mi hijo, Mauricio y a la derecha Daniel. |
Etiquetas:
Aeropaseos,
Anécdotas de pilotos,
Aviación comercial,
Pilotos escritores
viernes, 11 de febrero de 2011
PRIMER VUELO DE UN PILOTO
Alejandro Vallejo es un amigo cibernético lector de mis historias de este blog. Es muy aficionado a la aviación y le pedi su historia personal . Su historia es lo que yo llamo "El primer vuelo de un piloto" pues aunque él tecnicamente no es piloto ya sabe volar diferentes aviones en un simulador de vuelo desde un Cessna hasta un jet B-737 además de conocer bastante de sus sistemas y esto, más su pasión por el vuelo, lo hace ser un verdadero piloto.
Esta es una nueva generación de jóvenes que llegan a las escuelas de vuelo sabiendo más que los instructores. Ellos son la nueva generación de pilotos en el nuevo mundo de los simuladores. Disfruten de su historia.
Era casi la media noche y esperaba la llamada de mi madre con el número de la tarjeta de crédito para reservar un vuelo Bogotá – Cali por la aerolínea Avianca. Pero no era cualquier vuelo. ¡Era mi primer vuelo! Tenía 16 años, con el sueño de ser piloto y nunca había sentido en mi vida lo que era volar.
Era mi primera vez, la que siempre había soñado, era el motivo por el cual a veces no podía dormir de solo imaginar ese día que por fin llegaba. Así que en vez de gastar el dinero que me habían dado mis padres para comprar unos pantalones decidí invertirlo en el mejor viaje que he tenido hasta el día de hoy.
Siendo las 12:30 a.m. sonó el teléfono de la casa de mi primo, donde yo me estaba quedando en Bogotá y por supuesto corrí a contestar pues sabía que a esa hora sería mi madre para confirmar si iba a viajar. Me entregó los datos suficientes para la reserva del vuelo. Los ingresé a la página web de Avianca excepto el número de silla.
Tenía la opción de hacerlo pero algo me dijo que no lo hiciera, que estuviera tranquilo que me iba a tocar en la ventanilla donde se podía ver el ala del avión, así que me dejé llevar por esa intuición y decidí no escoger la silla.
Cuando terminé de ingresar todo, en la pantalla del computador apareció la confirmación: “AV8409 - Destino: Cali – Aeronave: Fokker 100 - Alejandro Vallejo Gómez” . Cuando vi estos datos no me pude contener de la emoción y mi alegría se notaba de oreja a oreja. Quería saltar y hacer bulla, pero me daba pena despertar a la familia especialmente a esa hora, así que decidí ir a dormir y esperar al siguiente dia.
Me levanté a eso de las 6 a.m. y me sentía feliz pues sabía que ese era el día! Decidí matar el tiempo viendo T.V., después me bañé y me alisté para ir al Puente Aéreo. Pasaron unas horas y mi primo me llamó para preguntarme si estaba listo para salir al aeropuerto. ¡Claro que lo estaba!. Así que pusimos mis maletas en su carro, nos montamos y arrancamos.
Cuando llegamos al Puente Aéreo, mi primo me deseó suerte y me felicitó pues sabía la emoción que sentía, esa emoción de gomoso que se monta por primera vez a un avión. ¡Pero además de emoción sentía felicidad! Entré al puente aéreo, me atendieron, me dieron el pasabordo y de inmediato pasé a la sala de espera.
El avión estaba algo atrasado debido a que había partido de la ciudad de Pasto, al sur de Colombia, donde no habían buenas condiciones meteorológicas. ¡Pero no me importaba! Podía quedarme ahí todo el tiempo del mundo viendo aviones salir y llegar. Avisarón a los pasajeros que el avión había llegado y que estábamos listos para dirigirnos hacia la puerta F11.
Mientras caminaba hacia allá pensaba en lo bueno que iba a ser esta experiencia, así que me apresuraba más para llegar. ¡Hasta que lo vi! Pues bueno... me enamoré. Ahi estaba, era el HK 4437 , un hermoso Fokker 100 de la compañía Avianca:
Por fin entré al avión y la azafata me asignó un puesto, y adivinen que …!Si! Me tocó al lado del ala. Parece que aquella intuición o como le quieran llamar, tenía la razón y lo tomé como un premio que me había dado Dios para decirme que él me acompañaba en mi sueño. Me senté feliz y empecé a ver los detalles del ala del avión. Luego llegó mi compañero de asiento. Era una señora con cáncer. Me dio mucha tristeza pero la señora me vio, me sonrió y como si supiera lo que yo sentía me dijo: “Aprovecha estos pequeños buenos momentos de la vida”, y así lo hice.
El avión encendió motores, comenzó a rodar y mientras rodaba yo miraba todo el aeropuerto, hasta que de un momento a otro hubo silencio, se detuvo y de repente los motores empezaron a expresar sus máximas revoluciones por minuto, luego vino una fuerte aceleración, logró una velocidad impresionante y cuando vi el ala que estaba flotando y subía me dije: ¡Ya estoy volando!... Fue ahí en ese momento donde entré definitivamente al mundo de la Aviación.
Alejandro Vallejo Gómez
Esta es una nueva generación de jóvenes que llegan a las escuelas de vuelo sabiendo más que los instructores. Ellos son la nueva generación de pilotos en el nuevo mundo de los simuladores. Disfruten de su historia.
MI PRIMER VUELO
Era casi la media noche y esperaba la llamada de mi madre con el número de la tarjeta de crédito para reservar un vuelo Bogotá – Cali por la aerolínea Avianca. Pero no era cualquier vuelo. ¡Era mi primer vuelo! Tenía 16 años, con el sueño de ser piloto y nunca había sentido en mi vida lo que era volar.
Era mi primera vez, la que siempre había soñado, era el motivo por el cual a veces no podía dormir de solo imaginar ese día que por fin llegaba. Así que en vez de gastar el dinero que me habían dado mis padres para comprar unos pantalones decidí invertirlo en el mejor viaje que he tenido hasta el día de hoy.
Siendo las 12:30 a.m. sonó el teléfono de la casa de mi primo, donde yo me estaba quedando en Bogotá y por supuesto corrí a contestar pues sabía que a esa hora sería mi madre para confirmar si iba a viajar. Me entregó los datos suficientes para la reserva del vuelo. Los ingresé a la página web de Avianca excepto el número de silla.
Tenía la opción de hacerlo pero algo me dijo que no lo hiciera, que estuviera tranquilo que me iba a tocar en la ventanilla donde se podía ver el ala del avión, así que me dejé llevar por esa intuición y decidí no escoger la silla.
Cuando terminé de ingresar todo, en la pantalla del computador apareció la confirmación: “AV8409 - Destino: Cali – Aeronave: Fokker 100 - Alejandro Vallejo Gómez” . Cuando vi estos datos no me pude contener de la emoción y mi alegría se notaba de oreja a oreja. Quería saltar y hacer bulla, pero me daba pena despertar a la familia especialmente a esa hora, así que decidí ir a dormir y esperar al siguiente dia.
Me levanté a eso de las 6 a.m. y me sentía feliz pues sabía que ese era el día! Decidí matar el tiempo viendo T.V., después me bañé y me alisté para ir al Puente Aéreo. Pasaron unas horas y mi primo me llamó para preguntarme si estaba listo para salir al aeropuerto. ¡Claro que lo estaba!. Así que pusimos mis maletas en su carro, nos montamos y arrancamos.
Cuando llegamos al Puente Aéreo, mi primo me deseó suerte y me felicitó pues sabía la emoción que sentía, esa emoción de gomoso que se monta por primera vez a un avión. ¡Pero además de emoción sentía felicidad! Entré al puente aéreo, me atendieron, me dieron el pasabordo y de inmediato pasé a la sala de espera.
El avión estaba algo atrasado debido a que había partido de la ciudad de Pasto, al sur de Colombia, donde no habían buenas condiciones meteorológicas. ¡Pero no me importaba! Podía quedarme ahí todo el tiempo del mundo viendo aviones salir y llegar. Avisarón a los pasajeros que el avión había llegado y que estábamos listos para dirigirnos hacia la puerta F11.
Mientras caminaba hacia allá pensaba en lo bueno que iba a ser esta experiencia, así que me apresuraba más para llegar. ¡Hasta que lo vi! Pues bueno... me enamoré. Ahi estaba, era el HK 4437 , un hermoso Fokker 100 de la compañía Avianca:
HK-4437-Fokker 100- Avianca. Foto Tomada de Airliners.net |
Por fin entré al avión y la azafata me asignó un puesto, y adivinen que …!Si! Me tocó al lado del ala. Parece que aquella intuición o como le quieran llamar, tenía la razón y lo tomé como un premio que me había dado Dios para decirme que él me acompañaba en mi sueño. Me senté feliz y empecé a ver los detalles del ala del avión. Luego llegó mi compañero de asiento. Era una señora con cáncer. Me dio mucha tristeza pero la señora me vio, me sonrió y como si supiera lo que yo sentía me dijo: “Aprovecha estos pequeños buenos momentos de la vida”, y así lo hice.
El avión encendió motores, comenzó a rodar y mientras rodaba yo miraba todo el aeropuerto, hasta que de un momento a otro hubo silencio, se detuvo y de repente los motores empezaron a expresar sus máximas revoluciones por minuto, luego vino una fuerte aceleración, logró una velocidad impresionante y cuando vi el ala que estaba flotando y subía me dije: ¡Ya estoy volando!... Fue ahí en ese momento donde entré definitivamente al mundo de la Aviación.
Alejandro Vallejo Gómez
Aqui estoy en la cabina de mando de un antiguo DC-3 restaurado que actualmente esta volando. |
jueves, 10 de febrero de 2011
VUELO CON MI HERMANA
Para septiembre del año 2000 por fin logré coordinar un vuelo donde al mismo tiempo pudiera volar con Gustavo, mi amigo piloto peruano, mi hermana Margarita Rosa y su hijo David. Primero hicimos un vuelo con Gustavo antes de llevar a mi hermana a modo de entrenamiento para cumplir con los requisitos para llevar pasajeros. Gustavo iba al comando en ambos vuelos y yo le ayudé con las listas y la radio.
Aproveché que Gustavo rentó un avión C-172 en una de las escuelas de aviación de el aeropuerto de Opalocka al norte de Miami. Recogimos a mi hermana que llegó a mi apartamento y de ahí nos fuimos al aeropuerto. El plan sería un vuelo nocturno sobre Miami Beach. La noche estaba fresca y con viento suave, perfecta para el vuelo de noche.
Me pude dar cuenta que mi hermana tenía más la atención puesta en su hijo David que en la aventura de el vuelo pero David estaba con todos sus sentidos puestos en todo lo que sucedía a su alrededor con el avión. Los sentamos en los asientos traseros del Cessna y despegamos con rumbo a la playa.
Debido a que este aeropuerto esta más cerca de Miami Beach llegamos bastante rápido a la playa y sabíamos que teníamos tiempo extra para hacer alguna “travesura”. Pronto divisamos dos hermosos edificios gemelos que daban a la playa. Estaban completamente iluminados por grandes reflectores y adornados con luces de colores bastante vivos.
Le dije a Gustavo que si le dábamos una vuelta alrededor y él mirándome con cara de querer jugar me dijo – Je,je,¡Claro! Vamos a darle la vuelta para disfrutar de esta buena vista de los edificios. – Enseguida empezamos a virar alrededor y Margarita y David se inclinaron a su derecha para disfrutar de aquel espectáculo. – ¡Uff! Mira mami que lindo se ven esos dos edificios!– Pero Margarita puso su objeción, – Oigan... ¿No es como peligroso que vuelen tan cerca de los edificios? – Nos miramos con Gustavo y nos reimos. – Tranquila Margara, todo esta bajo el control de expertos pilotos. – . David se volteó a mirarla y se sonrió con nosotros.
Como nos quedó gustando la vuelta a los edificios hicimos una segunda vuelta para espantar a cualquier viejita que estuviese viéndonos desde su balcón, jeje. Una vez más nos reíamos con Gustavo.
Luego seguimos sobre la playa y volamos sobre South Miami y sobre Art Decco. Después nos devolvimos pero esta vez no rodeamos los edificios para no “sacarle la piedra” a Margara.
Aterrizamos suavemente a eso de las diez de la noche. No había ningún avión por el area volando ni moviéndose en tierra. Nosotros eramos la única señal de vida en aquel solitario aeropuerto. Pensaba que asi aterrizaban los narcotraficantes tarde en la noche para evitar ser vistos.
Empezamos a bromear diciendo – Se imagina si alguien en el aeropuerto averigua que el piloto es peruano y el copiloto colombiano... ¡Nos echan la DEA enseguida! Ja,ja,ja!!. – Nos bajamos del avión y empezamos a empujarlo con la mano para acabar de parquearlo.
Pero de las bromas pasamos a la preocupación cuando vimos tres camionetas que se dirigían a alta velocidad por una de las paralelas hacia nosotros. Nos quedamos mirando y de pronto nos dimos cuenta que la broma se estaba haciendo realidad. No podíamos creerlo, ¡Eran de la DEA y US CUSTOMS! (Agencia de vigilancia Antidrogas y Aduanas).
Aunque todo estaba legal la sola idea de meternos en problemas me heló la sangre. Nos rodearon estilo película. Pero en vez de todos sacar su armas automáticas simplemente se bajaron dos oficiales y nos preguntaron que de donde procedíamos. Gustavo enseguida les dijo que procedíamos de este mismo aeropuerto y yo le complementé diciendole que era un vuelo panorámico con pasajeros.
Margarita les dijo – ¿Algun problema...oficial? – Respondieron que era un chequeo de rutina, nos dieron las gracias y asi como llegaron partieron de nuevo. Nos miramos y nos volviamos a reir diciendo – ¡Si ve! !Por eastar bromeando con la DEA apareció la DEA! ! Ja,ja,ja,ja!! Por andar tentando al diablo!
Aterrizamos suavemente a eso de las diez de la noche. No había ningún avión por el area volando ni moviéndose en tierra. Nosotros eramos la única señal de vida en aquel solitario aeropuerto. Pensaba que asi aterrizaban los narcotraficantes tarde en la noche para evitar ser vistos.
Empezamos a bromear diciendo – Se imagina si alguien en el aeropuerto averigua que el piloto es peruano y el copiloto colombiano... ¡Nos echan la DEA enseguida! Ja,ja,ja!!. – Nos bajamos del avión y empezamos a empujarlo con la mano para acabar de parquearlo.
Pero de las bromas pasamos a la preocupación cuando vimos tres camionetas que se dirigían a alta velocidad por una de las paralelas hacia nosotros. Nos quedamos mirando y de pronto nos dimos cuenta que la broma se estaba haciendo realidad. No podíamos creerlo, ¡Eran de la DEA y US CUSTOMS! (Agencia de vigilancia Antidrogas y Aduanas).
Aunque todo estaba legal la sola idea de meternos en problemas me heló la sangre. Nos rodearon estilo película. Pero en vez de todos sacar su armas automáticas simplemente se bajaron dos oficiales y nos preguntaron que de donde procedíamos. Gustavo enseguida les dijo que procedíamos de este mismo aeropuerto y yo le complementé diciendole que era un vuelo panorámico con pasajeros.
Margarita les dijo – ¿Algun problema...oficial? – Respondieron que era un chequeo de rutina, nos dieron las gracias y asi como llegaron partieron de nuevo. Nos miramos y nos volviamos a reir diciendo – ¡Si ve! !Por eastar bromeando con la DEA apareció la DEA! ! Ja,ja,ja,ja!! Por andar tentando al diablo!
Caminamos hasta el parqueadero y nos fuimos a nuestras casas dejando aquella divertida aventura nocturna durmiendo en nuestros recuerdos.
DEA: Drugs Enforcement Administration |
Etiquetas:
Aeropaseos,
Anécdotas de pilotos,
Aviación comercial,
Pilotos escritores
martes, 8 de febrero de 2011
LA HISTORIA DE ANDRES GOMEZ
A Andrés Gomez lo conocí un dia del año 86 en el aeropuerto El Dorado de Bogotá en uno de los restaurantes que tiene vista a la rampa desde el cual podíamos ver los aviones. Yo estaba con mi uniforme de la escuela de aviación almorzando con un piloto de un bimotor al que yo venía rogándole que me diera chance para volar con él de copiloto. Andrés al vernos hablando de aviación desde su mesa nos preguntó si éramos pilotos de alguna aerolínea y yo le contesté que yo estaba graduandome de mi escuela y quería aplicar en Avianca.
Hablamos un poco sobre sus proyectos, me contó que quería volar en Colombia y nos despedimos. A continuación voy a copiar la primera parte de mi historia " Aterrizaje en el Jose María" donde hablo de nuestro reencuentro en Avianca:
"Un día mientras que estaba practicando en los simuladores de la escuela de Avianca noté que un copiloto con su uniforme y su gorra de la empresa nos observaba atentamente. Pensé que era copiloto del B-727. El muchacho se acercó y me preguntó si yo era copiloto de Avianca. Le respondí que no, que estaba como copiloto aprendiz. Se trataba de Andrés Gomez con quien hice una amistad que ha durado toda la vida. Le recordé que nos habíamos conocido en el restaurante del aeropuerto unos meses atrás. Aunque él era colombiano había vivido la mayor parte de su vida en los Estados Unidos y se expresaba con la ingenuidad y el acento de un gringuito. Para este entonces él era copiloto del Twin Otter (turbohélice de 20 pasajeros) en la empresa Helicol que pertenecía también a Avianca.
Me decía que se soñaba con poder estar como yo en curso para el B-727. Le di varias ideas para que entrara al siguiente curso. Lo motivé y logró con el tiempo conseguir entrar al siguiente curso. Pasó todos los exámenes y logró entrar como copiloto a la empresa. ¡Ahora puedo decir que logré “entrar” a alguien a Avianca!
El siempre me ha agradecido por mi ayuda pues fui su mentor en su sueño de subir al jet. Cuando estudiábamos juntos el B-727, yo aveces me demoraba en responder y Andrés pegaba un manotazo en la mesa gritando – ¡Noooo sabe! – Imitando a uno de los instructores. Era muy divertido...".
Después de que terminé mi curso en Avianca, estuve siguiendo de cerca el progreso de Andrés en la compañía y me llenó de una inmensa alegría saber que él si había pasado el curso y el simulador. Un dia fui al aeropuerto a verlo en vivo desde tierra como hacía sus despegues y aproximaciones en uno de los jets de Avianca sin pasajeros en su fase final de entrenamiento antes de entrar como copiloto.
Esto me llenó aún más de alegría. Luego me fui a Medellín para mi curso en Aces y nos vinimos a reencontrar después de casi veinte años en los Estados Unidos! Aquí les transcribo su historia que muy gentilmente nos compartió para este blog.
FASCINACION
Comenzó mi fascinación por los aviones a mis cinco años cuando mi papá me regaló uno de esos avioncitos de balso con hélice y cuerda de caucho. Yo vivía en Chicago y cuando regresaba a Colombia de vacaciones en el avión era embobado viendo las nubes, el ala y todo lo relacionado con el avión. Cuando me dejaban me iba a visitar a los pilotos en la cabina.
Mi papá en vista que me gustaban tanto esos aviones de balso, un día me llevó a ver aviones de radio control (r/c). Algunos eran más grandes que yo y no podía creer que volaban, que fueran tan rápidos y que hasta se les metían las ruedas! Fue ahí cuando la aviación se volvió mi obsesión. Cuando cumplí trece años compré mi primer avión r/c y disfruté de ese hobby por unos seis años aprendiendo mucho de como vuelan los aviones.
Llegué a ser instructor en nuestro club de aeromodelismo en Chicago. Hice muchos amigos, uno de ellos fue mi primer mentor en la aviación, se llamaba Dave Schatz, el volaba un Lear Jet 35 para la compañía Motorola y me dio mi primera lección de vuelo en un avión de instrucción.
Sabiendo mi fascinación por los aviones, un día me llevó a los hangares y me mostró el Lear Jet... !!WOW!! Ahí si que quedó sellado mi destino y mi futuro en la aviación. Algún día tenía que volar un Jet.
A mis dieciocho años me gradué de bachillerato e ingresé a Lewis University cerca de Chicago, donde tomé el curso de mecánico de aviación (A&P Mechanic). Quería tener esta licencia para obtener mejor conocimiento de los aviones, motores y sus componentes además de que sería un respaldo por si algún día perdía la licencia médica de piloto y no pudiese volar.
Tan pronto me gradué, comencé a tomar clases de vuelo en el aeropuerto Midway al sur de Chicago y ahí saqué todas mis licencias. Poco a poco fui dejando el hobby de r/c pues ya no podía costear ambas cosas al mismo tiempo.
Al poco tiempo conseguí trabajo en un aeropuerto pequeño atendiendo aviones pequeños y ejecutivos; me fascinaba estar al rededor de tanto avión tan bello y no hacía sino soñar.
En ese aeropuerto llamado Pal-Waukee era donde estaban los aviones de Motorola que volaba mi amigo Dave. Siempre nos manteníamos en contacto y como dije fue mi mentor y mi inspiración pero desafortunadamente unos años después murió de cáncer. Nunca lo olvidaré.
En 1987 se me presentó la oportunidad de comenzar mi carrera de aviación profesional pues mi tío Gabriel que era el director de mantenimiento en Helicol me contó que iban a necesitar tres copilotos nuevos para el Twin-Otter pues estaban por traer el Grumman G1 y el escalafón se iba a mover.
Me fui de vacaciones un mes a Colombia a visitar la familia y de paso vi a mi tío y me dio instrucciones para entrevistarme con el director de operaciones y regresé a Chicago al poco tiempo. Dos semanas después el director de operaciones me ofreció puesto como copiloto. Después de vacilar un poco y con el apoyo de mis papas, acepté y de repente me fui del todo a Colombia dejando el nido solo. (Soy hijo único).
En ese momento comencé mi carrera profesional. Después de dos meses de tramitología y burocracia, saqué mi licencia de piloto colombiana y pude por primera vez en mi vida ponerme un uniforme de piloto.
Llevaba volando el Twin Otter con Helicol un año y medio y estaba contento pero tenía aún mas grandes anhelos. Me interesé junto con otros compañeros de Helicol por pasarme a Avianca y estando en esas averiguaciones y curiosidades me reencontré con Carlos Dario que ya estaba en curso para copiloto de Avianca y nos hicimos amigos después de recordar como nos habíamos conocido un año antes de chiripa en el aeropuerto El Dorado. Yo le ayudé a estudiar el B-727 y de paso me lo aprendí yo.
Al fin tuve el chance de presentar los exámenes de preselección y los pasé gracias a la ayuda de Carlos Dario pues me facilitó unos manuales de estudio para Avianca.
Hicimos quince el curso en Avianca de los cuales pasamos trece y yo saqué el segundo puesto. Firmé contrato en Febrero de 1989. Pasé mi chequeo de rutas y me trasladaron a base Cali donde viví dos años.
!Que rumba!
Con mi tio Gabriel. |
Conversando con el ingeniero. Aqui estamos nivelados a 350 (35000 pies de altitud) en un vuelo entre Bogotá y Quito. |
Después, eventualmente, me fui a base Bogotá donde seguí de copiloto de 727 hasta que pasé al 757/767 por un año largo. Luego ascendí a Capitán de Fokker-50 y volé ese avión tres años y medio y luego pasé a Capitán de MD-83.
Sin embargo en ese año de transición del F-50 al MD-83 (1998), comencé a ver oportunidades en USA; había mandado hojas de vida y solicitudes a varias aerolíneas americanas entre ellas American Airlines y en Diciembre de 1998 ellos me llamaron para una entrevista en Enero del 99 justo en los días que me iba a casar. No podía pasar esta oportunidad y acepté. Nos casamos un sábado y tuve la entrevista el siguiente miércoles.
El crucero de luna de miel lo aplazamos un mes y después de pasar la entrevista y examen médico me ofrecieron puesto en American Airlines! Me asignaron curso para el primero de Marzo del 99. Justo la semana anterior pudimos finalmente hacer el crucero de luna de miel. Después pasé directamente al curso de inducción de la compañía.
Imposición de las alas de American Airlines por el jefe de pilotos cuando me gradué de copiloto de la empresa. |
En la actualidad (2010) estoy volando de copiloto del 737-800. No he podido ascender a capitán por el estancamiento en el escalafón debido a la difícil situación en American Airlines y en general en el país, pero tengo puesto, !Bendito sea Dios!
ANECDOTAS
Unas anécdotas que tengo de Avianca fue la vez que pillé a un comandante que llegó a volar hincho (borracho) y con tufo y se iba a llevar un 727-200 lleno de pasajeros a Pereira!
Logré pegar el grito y a través de un compañero de él, lo bajaron del avión y se “incapacitó”.!Que susto pero que alivio!
Logré pegar el grito y a través de un compañero de él, lo bajaron del avión y se “incapacitó”.!Que susto pero que alivio!
Otra vez fue cuando en el F-50 íbamos a despegar de Popayán y se nos vino una manada de perros a “atacar” el avión. !Que risa! Al tercer intento los perros se aburrieron y por fin pudimos despegar.
Otra fue cuando llevamos al candidato presidencial Pizarro de Barranquilla a Bogotá un Lunes; que susto pues el narcoterrorismo estaba al rojo vivo en esa época con lo de Pablo Escobar y el jueves de esa misma semana lo mataron en un avión de Avianca que iba de Bogotá a Barranquilla.
En otra ocasión tuve el honor de llevar algunas candidatas del Reinado Nacional de Belleza de Bogotá a Manizales en el F-50.
Andrés Gomez
En esta foto estoy con el avión nuevo que fuimos a recoger apenas salió de certificación en Seattle, un 737-800 recién salido "de paquete". |
Aqui con Carlos Dario y su esposa Luz Dary (2010) cuando los invité a cenar en Miami en uno de mis Layovers. |
!Reencuentro de dos gomosos de la aviación! |
lunes, 7 de febrero de 2011
HORROR EN LA RAMPA
Alfred Henry es un amigo cibernético que fue piloto del Twin Otter en Venezuela y nos quiso compartir una pequeña historia de horror que le tocó vivir en su trabajo cuando era copiloto.
HORROR EN LA RAMPA
Pues Carlos, esta historia fue en Cumaná, año 1992 a las 7 de la mañana. Habían dos Twin en la rampa de Cumaná y uno era el mio. Tenía el motor numero 2 en mínimas con la hélice perfilada (sin ángulo).
Estoy sentado y amarrado en el asiento derecho de la cabina esperando por el capitán que esta firmando papeles en el terminal. Los pasajeros ya habían embarcado y la puerta ya estaba cerrada.
De pronto escuché un “¡Bump!” camuflado por mis audífonos y el sonido del motor turbo hélice a mi derecha. En el siguiente segundo escucho gritos que provienen de la cabina de pasajeros. Me volteo a mirar y veo detrás mio a una mujer gritando y quitándose el cinturón para alejarse de la ventanilla.
Inmediatamente miré por mi ventanilla y mis ojos se abrieron del horror...!Había un señor tendido en el piso bajo el motor en medio de un charco de sangre! Enseguida mi mano reaccionó por instinto halando la palanca del combustible y apagando los switches del generador, el master y la batería. En fracciones de segundo me quité el cinturón y salté por la puerta del capitán y detrás mio saltó también la angustiada mujer que continuaba gritando y me tocó recibirla en mis brazos para que no se cayera al pavimento.
Enseguida que la hélice dejó de girar dos auxiliares de rampa recogieron al señor y lo llevaron a toda prisa en la ambulancia del aeropuerto al hospital más cercano. Nuestro vuelo fue retenido y fuimos todos al terminal a esperar noticias del señor.
Dos horas más tarde nos llamaron y nos dijeron que el señor había sobrevivido después de una cirugía de emergencia donde perdió su oreja derecha. El señor recuperó su conciencia y asumió toda la responsabilidad de lo sucedido. Les contó que quiso preguntar sobre su vuelo y al ver que no estaba el capitán me vio a mi al lado derecho y pensó que era mejor hablarme por el lado de mi ventanilla, dió la vuelta por detrás del avión y se acercó a mi ventanilla pero...¡Pasando a través de la hélice rotando!...No la vió? Estaba sordo?
Fuimos finalmente exonerados por las autoridades y nos dejaron continuar con el vuelo a nuestro destino, no sin antes calmar a la angustiada y traumatizada señora que estaba detrás mio.
Ese dia de la corrida nos llevamos “oreja” y por poquito nos llevamos el “rabo”!!
Saludos!
Alfred
Abordaje de un Twin Otter |
Etiquetas:
Anécdotas de pilotos,
Aviación comercial,
Historias de pilotos,
Twin Otter
viernes, 4 de febrero de 2011
PILOTO DE SIMULADOR
Un día del 99 me escribió Edgar de Colombia para decirme que una amiga con su esposo y su hijo iban de viaje a Miami y querían un vuelo de Aeropaseos. Recibí luego la llamada de ellos y coordinamos el encuentro un día por la tarde. Muy contento por este nuevo vuelo, me puse mi uniforme y preparé todo para otra aventura más.
Llamaron buscando mi dirección y salí para recibirlos. Cuando llegaron, mi amigo al verme con mi uniforme se sorprendió y me dijo. – ¡Waooo! ¡No sabía que nos iba a recibir así con uniforme y todo! – Y le respondí – ¡Para que vea lo especial que es Aeropaseos! – Les pregunté si podía llevar a mi hijo Fernando pues había un espacio disponible ya que su esposa podría llevar a su hijo cargado en sus piernas. – ¡Claro que si! – Me dijo.
Salimos al aeropuerto y en el camino me dijo que él era muy apasionado a la aviación y que volaba bastante el simulador en el computador de su casa.
Simulador de vuelo personal con tres pantallas. |
Le pregunté varios detalles sobre el vuelo y me di cuenta que sabía bastante sobre la teoría y la técnica de como volar un avión pequeño. Y le dije – Bueno, como usted ya tiene bastante práctica en el simulador le ofrezco que sea usted el que tome los mandos del avión hoy y yo le ayudo con los detalles. – Me miró con una expresión de que no podía creerlo. – ¿ Me va a dejar volar el avión?...!Pero yo nunca he volado uno real! – . – Tranquilo, yo le ayudo. – , le dije.
Llegamos al aeropuerto y cuando caminábamos por la rampa mi hijo, en sus ocho, salio corriendo con el hijo de mis amigos de solo dos años y este se tropezó golpeándose su carita con el pavimento. Afortunadamente solo se rasguñó pero se levantó con cara de que iba a llorar . Su madre graciosamente se quedó mirando el pavimento y dijo – !Que va! , si no rayó el piso y no hay sangre es que no le pasó nada así que no llore. – Y de inmediato contuvo el llanto. Su esposo y yo no pudimos contener la risa, aunque su hijo estaba de mal humor.
Llegamos al avión y me gustaba ver como él estaba repasando los instrumentos de vuelo y comparando con lo que tenía en su programa de simulador. Lo integré a todo el proceso de revisión del avión. Luego de que acomodamos a su mujer y a los dos niños en el asiento de atrás iniciamos la lista de chequeo para encender el motor.
Debido a que no estaba disponible el camión de gasolina llevamos el avión hasta otra rampa donde tenían el servicio de abastecimiento. Nos bajamos todos y mientras yo colocaba la gasolina en los tanques del avión mi amigo iba leyendo los galones que iba mostrando la maquina dispensadora.
Luego volvimos a subirnos y repetimos la lista para encender el motor. Aunque sentía cierto temor decidí darle a él el control de los pedales para que pudiera carretear el avión hasta la cabecera de la pista. Poco a poco el iba aprendiendo y cogiendo más confianza. Emocionado me hablaba de los vuelos que hacia en su simulador.
Le dije que él mismo lo iba a despegar y que yo le ayudaba. Me miró de nuevo y me dijo – ¿Esta seguro? – Y le respondí afirmativamente. El sonriendo puso cara de concentración y le dije. – Tranquilo, simplemente hágalo igual a como lo hace en su simulador. Así lo hizo mientras yo le corregía.
Cuando ya teníamos la velocidad de vuelo en la pista le dije que halara ligeramente la cabrilla y así despegamos del pavimento. Su mujer atrás decía burlándose. –¡Oiga! ¡Acuérdese que lleva a su familia aquí atrás! ¡Esto no es el simulador!– Los dos nos miramos y nos reímos.
Mientras que él volaba con la cabrilla yo le ayudaba con la potencia. Más adelante dejaba que él también se encargara del acelerador. Le di los rumbos hacia el sur para que llevara el avión hasta el cayo de Key Biscayne.
El día estaba espectacular y atrás su esposa y los niños estaban hipnotizados mirando el paisaje de edificios rodeados de bahías y playas. Llegamos a Key Biscayne y bajamos un poco más para apreciar sus hermosas playas. Pudimos ver varios tiburones de arena y varios veleros navegando cerca de sus playas.
Su mujer ya más calmada empezó con los niños a señalar y a comentar todo lo que les llamaba la atención. Luego le di otro rumbo para regresar y así él llevo el avión bajo su control hasta el aeropuerto. Ya para aterrizar tomé el control pero le dije que mantuviera sus manos en la cabrilla para que sintiera lo que era aterrizar un avión real.
Después de un suave aterrizaje fuimos a la rampa dejando que él controlara los pedales y el acelerador. Nos bajamos y su esposa de nuevo haciendo chiste toca el suelo con sus manos y dice – ¡Alabado sea el Señor! !Llegamos sanos y salvos a pesar de que mi marido voló el avión! –
Y nos reíamos una vez más. Me dejaron con mi hijo en mi apartamento y unos dolarcitos extras que me quisieron dar de propina. Me quité el uniforme y me puse mi ropa casual y llevé a mi hijo a un parque para acabar de disfrutar del día con él.
Mientras jugaba con él venían a mi memoria escenas de aquel maravilloso día de vuelo con mi amigo a quien recuerdo como “el piloto de simulador”.
Llegamos al aeropuerto y cuando caminábamos por la rampa mi hijo, en sus ocho, salio corriendo con el hijo de mis amigos de solo dos años y este se tropezó golpeándose su carita con el pavimento. Afortunadamente solo se rasguñó pero se levantó con cara de que iba a llorar . Su madre graciosamente se quedó mirando el pavimento y dijo – !Que va! , si no rayó el piso y no hay sangre es que no le pasó nada así que no llore. – Y de inmediato contuvo el llanto. Su esposo y yo no pudimos contener la risa, aunque su hijo estaba de mal humor.
Llegamos al avión y me gustaba ver como él estaba repasando los instrumentos de vuelo y comparando con lo que tenía en su programa de simulador. Lo integré a todo el proceso de revisión del avión. Luego de que acomodamos a su mujer y a los dos niños en el asiento de atrás iniciamos la lista de chequeo para encender el motor.
Debido a que no estaba disponible el camión de gasolina llevamos el avión hasta otra rampa donde tenían el servicio de abastecimiento. Nos bajamos todos y mientras yo colocaba la gasolina en los tanques del avión mi amigo iba leyendo los galones que iba mostrando la maquina dispensadora.
Luego volvimos a subirnos y repetimos la lista para encender el motor. Aunque sentía cierto temor decidí darle a él el control de los pedales para que pudiera carretear el avión hasta la cabecera de la pista. Poco a poco el iba aprendiendo y cogiendo más confianza. Emocionado me hablaba de los vuelos que hacia en su simulador.
Le dije que él mismo lo iba a despegar y que yo le ayudaba. Me miró de nuevo y me dijo – ¿Esta seguro? – Y le respondí afirmativamente. El sonriendo puso cara de concentración y le dije. – Tranquilo, simplemente hágalo igual a como lo hace en su simulador. Así lo hizo mientras yo le corregía.
Cuando ya teníamos la velocidad de vuelo en la pista le dije que halara ligeramente la cabrilla y así despegamos del pavimento. Su mujer atrás decía burlándose. –¡Oiga! ¡Acuérdese que lleva a su familia aquí atrás! ¡Esto no es el simulador!– Los dos nos miramos y nos reímos.
Mientras que él volaba con la cabrilla yo le ayudaba con la potencia. Más adelante dejaba que él también se encargara del acelerador. Le di los rumbos hacia el sur para que llevara el avión hasta el cayo de Key Biscayne.
El día estaba espectacular y atrás su esposa y los niños estaban hipnotizados mirando el paisaje de edificios rodeados de bahías y playas. Llegamos a Key Biscayne y bajamos un poco más para apreciar sus hermosas playas. Pudimos ver varios tiburones de arena y varios veleros navegando cerca de sus playas.
Su mujer ya más calmada empezó con los niños a señalar y a comentar todo lo que les llamaba la atención. Luego le di otro rumbo para regresar y así él llevo el avión bajo su control hasta el aeropuerto. Ya para aterrizar tomé el control pero le dije que mantuviera sus manos en la cabrilla para que sintiera lo que era aterrizar un avión real.
Después de un suave aterrizaje fuimos a la rampa dejando que él controlara los pedales y el acelerador. Nos bajamos y su esposa de nuevo haciendo chiste toca el suelo con sus manos y dice – ¡Alabado sea el Señor! !Llegamos sanos y salvos a pesar de que mi marido voló el avión! –
Y nos reíamos una vez más. Me dejaron con mi hijo en mi apartamento y unos dolarcitos extras que me quisieron dar de propina. Me quité el uniforme y me puse mi ropa casual y llevé a mi hijo a un parque para acabar de disfrutar del día con él.
Mientras jugaba con él venían a mi memoria escenas de aquel maravilloso día de vuelo con mi amigo a quien recuerdo como “el piloto de simulador”.
Imagen virtual del panel de instrumentos en pleno vuelo en el simulador personal. |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)