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domingo, 8 de agosto de 2010

EL CHISTE DEL MARRANITO


Durante el entrenamiento para copiloto en la aerolínea ACES (1989) cada uno buscaba la forma de disipar su tensión nerviosa y un día se me ocurrió inventarles un chiste para relajarnos un rato.

Era “el chiste del marranito”. El chiste decia que en uno de los vuelos de ACES, en el avión Twin Otter, en un pueblito perdido en la selva, un campesino quiso llevar su marranito a escondidas pero no se lo dejaron llevar a bordo.

Fue y le rogó al capitán quien por fin accedió pero con la condición de que lo llevara atrás envuelto en una manta para que pareciera un bebe. Durante el chiste les hacía el gemido del cerdito, “ouigg, ouigg”, y con eso ya se empezaban a reír.

El campesinito sube con su “bebe” envuelto en una manta y se sienta en el último asiento como le había dicho el capitán. Les voy diciendo toda la conversación de los pilotos con la torre y de vez en cuando les suelto el gemido del cerdito.

El capitán pone full potencia para el despegue al inicio de aquella corta y maltrecha pista . A medida que el avión va tomando pista y se sacude debido a lo irregular de la pista, el cerdito va aumentando sus gemidos, “Ouigg, oouigg, ouigg!!”.

De pronto el copiloto detecta un problema justo antes de despegar, “!Capitán, sobre temperatura en el motor dos!”. El capitán de inmediato lleva los aceleradores atrás y pisa los frenos al máximo para no salirse de la pista. El pobre marranito sale despedido hacia el frente gritando, “!Ouiiiiiiigggg!” y va a dar justo a los pedales del capitán quien grita asustado, “!Sáqueme ese jueputa marrano de aquí!” Mientras que el pobre marranito brinca y brinca, “!Oiuiggg, ouiiiigg!”.

 Al final del chiste había varios ya cansados de reirse. Con eso soltábamos todo lo “atrancado” que teníamos por dentro. Nos divertíamos bastante cada vez que encontrábamos la ocasión.

Recuerdo que Jorge Cipagauta de vez en cuando me decía, – Carlos, Carlos, eche otra vez el chiste del marranito. –  También les hacia  los ruidos de la turbina del avión con la hélice rotando cuando se inicia el motor y un día practicamente me obligaron a que hiciera este sonido en plena clase con el capitán Daniel Gutierrez. Una vez terminé el sonido todos se echaron a reir y el capitán me dijo  – Oiga, usted si es muy “charro” –  . No tuve más remedio que reírme yo también.




1 comentario:

Carlos Dario Madrigal dijo...

Comenta mi antiguo compañero de ACES Nelson Serrano:

Si , me acuerdo perfectamente del chiste del marranito, fue muy chistoso! saludos.
Nelson.