Era una nublada tarde de 1980 cuando todavía era alumno de Eduardo Vázquez en mis primeros niveles del vuelo en cometa (Delta plano) y decidí acompañarlo a él y a su esposa para verlos volar en Unicentro.
Quería ayudarlos como equipo de tierra para luego bajarles el carro desde el área de despegue hasta el área de aterrizaje que por lo alto y retirado de esta montaña podría tomar más de media hora.
Su esposa, Lottie Boden, una hermosa sueca que hablaba un gracioso español, aprendido en España, mezclado con acento sueco, era para esos entonces auxiliar de vuelo en Braniff Airlines.
Ella estaba por fin lista para volar por primera vez de este famoso sitio de Unicentro. Era el vuelo que los bautizaba como un cometista entrando a la arena profesional tal vez por el hecho de tener que volar un buen trayecto sobre la ciudad.
A medida que avanzaba la tarde el viento traía más y más nubosidad creando un techo de nubes oscuro pero bien definido que daba bastantes corrientes ascendentes.
Eduardo ayudó a Lottie a armar su cometa Dove C mientras le explicaba los detalles técnicos de este vuelo. Lottie estaba bastante nerviosa y se veía muy indecisa. Varias veces le dijo a Eduardo que la dejara pensar y sentir el viento sin que le hablase.
Ya estaba lista para despegar y de repente se descolgó de la cometa diciéndole que definitivamente no se sentía lista para este vuelo.
Eduardo y los otros pilotos decidieron rápidamente despegar pues el cielo ya estaba bastante oscuro y poco a poco se sentían caer grandes gotas de lluvia.
Le ayudé a Lottie a llevar su cometa a la parte de atrás para desarmarla. Ella estaba bastante molesta consigo misma pensando en que ya pudiese estar allá arriba volando con ellos.
Empezamos a desarmar la cometa y oímos un par de rayos caer atrás de la montaña. Le dije que bajáramos el “king post” o mástil principal pues estábamos ofreciéndolo como pararrayos y pensando en esto nos apresuramos a enrollar la vela.
Empezó a llover y de pronto un gran destello nos iluminó... vino enseguida la estrepitosa explosión de un rayo reventando el aire a nuestras espaldas.
Instintivamente quitamos nuestras manos de la cometa y salimos corriendo espantados hacia el carro. Los dos quedamos pálidos del susto y hasta que no pasó la tormenta no nos bajamos del carro.
Desde abajo en el sitio de aterrizaje vieron como si el rayo hubiese caído justo sobre nosotros y vieron chispas saltar de una torre de alta tensión eléctrica.
El rayo cayó en la torre a unos cincuenta pies de nosotros y creo que de no haber bajado el king post nos pudiese haber caído directamente a nosotros.
Este es uno de muchos recuerdos que guardo de Lottie y le dedico esta historia en memoria a tantas aventuras que compartimos en este deporte que ambos adoramos.
Un abrazo Lottie!!
Vuelo de graduación de Lottie en el parque del Neusa. |
En el centro Lottie con compañeros auxiliares de vuelo cuando volaba como auxiliar en Braniff en los años 80. |
1 comentario:
Encontre a Lotti!! Y aqui transcribo su respuesta a este blog:
Hola Carlos ! Que maravilla la tecnologia de hoy día ! Muchisimas gracias por haberme mandado la copia de tu articulo, que gracioso !
Todavia, en cuanto paso una sierra de montañas siento la nostalgia por esos vuelos hermosos que tuve la oportunidad de conocer, gracias a Eduardo y a mi persistencia ! Que años tan felices !! Ahora el único deporte que sigo practicando es el esqui. Aqui en Murcia tardo unas tres horas para La Sierra Nevada, voy bastante amenudo.... Muchisimas gracias Carlos, si me mandas tu e-mail te seguiré mandando mas fotos de aquella época entrañable
Un gran abrazo !
Lottie
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