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viernes, 6 de agosto de 2010

VUELO DE OBSERVADOR



Para inicios del 89 iniciamos el curso de tierra de ACES en uno de los salones del aeropuerto Olaya Herrera. Todos al principio estábamos bastante nerviosos pero poco a poco a medida que nos relacionábamos comenzábamos a hacer bromas y a relajarnos.

Algo que nos dejaba completamente callados era cuando la hermosa y sexy Rosita, la secretaria del jefe de pilotos, entraba al salón a dejar algún documento al instructor. Entraba con sus tacones altos y vestido ceñido a la cintura, sonriendo, llena de orgullo sabiendo que todos estábamos con los ojos clavados por todo su escultural cuerpo femenino. Por lo menos yo y varios más caímos perdidamente enamorados de ese “cuerpecito”.  Cuando ella salía del salón el instructor nos decía, – !Bueno despierten que ya es por la tarde! – Y todos soltábamos la carcajada.

Después de varios días llegó el tan añorado momento de volar como observadores en el avión. !Por fin contacto con el vuelo!
Nos dijeron que lleváramos uniforme pero sin las presillas de copiloto. Aquella madrugada viendo a mis compañeros colocándose su uniforme me sentía tan especial, era como si fuera a hacer un largo viaje. Todos estábamos emocionados como si por fin el gran día hubiese llegado.
 

Este es el Twin Otter de ACES con la pintura de esa época. Esta es la rampa del aeropuerto “La Nubia” en la hermosa ciudad de Manizales. (Cortesía de Luis de Aviacol.net)
 

Sección delantera de pasajeros del Twin. Esta es una foto reciente de un Twin de la aerolínea ADA de Medellín. Adelante se puede ver a los pilotos preparando el vuelo.
 
 
Cada uno fue asignado a diferentes vuelos. Nos sentábamos en el asiento del pasajero mas cercano a la cabina para así poder observar y seguir el vuelo lo más cerca posible.
Mi primer vuelo de observador fue también mi primer vuelo en este tipo de avión. Estaba tan contento de volar otra vez. Entre vuelo y vuelo nos reuníamos en el aeropuerto con los compañeros para contarnos la experiencia de cada uno.
Recuerdo que un pasajero me preguntó en pleno vuelo porque hablaba tanto con los pilotos. Le respondí que estaba estudiando para ser copiloto de la empresa y me dijo. !Oiga, se necesita tener las bolas de acero para “manejar” esta vaina! !No le da miedo?! – Yo solo me reía.

Continuamos con los vuelos y al mismo tiempo con el curso de tierra. El capitán Daniel Gutierrez fue uno de los instructores con quien me la llevaba muy bien. El se dio cuenta por mi modo de escribir en los exámenes que yo había estudiado antes ingeniería mecánica pues el también era ingeniero mecánico. Además supe que también le gustaba la aviación deportiva.

Continuamos así con el curso hasta que llegó el momento del examen final escrito. Recuerdo que andábamos con el libro bajo el brazo hasta para ir al baño.
Yo sabía que me iba a ir bien y también sabía que a mis compañeros les iba a ir bien pues habíamos estudiado bastante.  Jairo Solano sacó el primer puesto, seguí yo con el segundo. Nelson, Jorge y, Edgardo sacaron también muy buenas notas. Unos compañeros no pasaron el curso y me dio pena por ellos especialmente por Enrique Villegas con quien había hecho muy buena amistad.

Venía ahora el entrenamiento del avión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don carlos y te acordad quien era el instructor???

Anónimo dijo...

Me encantan sus fotos, me regresan a mi niñez 30 años atrás.

Una manizaleña!