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jueves, 1 de abril de 2010

JUGANDO CON LOS FLAPS


Año 1983. A medida que iba cogiendo experiencia iba logrando más confianza con el vuelo de este avión Piper “Cherokee”. Es el nombre de la tribu de un indio guerrero pero que por muy guerrero que fuera no estaba diseñado para ciertos errores.

Un día estaba haciendo mis prácticas de vuelo “solo”, haciendo despegues y aterrizajes. Me sentía feliz de no tener un instructor al lado y esto me cambió el nivel de confianza al de investigador temerario.

La práctica que me designó el instructor consistía en despegar, hacer un sobrevuelo en forma rectangular para así volver a aterrizar en la misma pista, recoger los flaps, acelerar y volver a despegar.

Siempre antes de aterrizar debía bajar los flaps un punto o sea bajar las aletas de las alas un poco para así volar más lento en el aterrizaje. Para hacer esto debía levantar una palanca a mi lado derecho al estilo de freno de parqueo de un automóvil. Pero solo debía hacerlo con un punto o sea levantarla hasta que sonara un solo “clack”.

Pensé que esto ya se estaba poniendo aburrido y pensé que seria más divertido flotar un poco más en la pista si le aumentaba los flaps a dos puntos o porque no… a tres que era el máximo.

Todos mis ángeles recibieron la voz de alarma y tomaron sus lugares. Pensé erróneamente que seria un poco más seguro si aumentaba ligeramente mi velocidad para así hacer mi experimento. Me acerqué a la pista, puse un punto, puse dos y el avión quiso elevarse por el exceso de sustentación que le estaba dando y aterrice un poco más adelante para así volver a acelerar, subí los flaps y volví a despegar.

Piper Cherokee aterrizando.



En esta foto se ve la pista 28 del aeropuerto de Guaymaral
 aterrizando en dirección oeste. A la izquierda en la base
de la montaña esta el pueblo de Cota. Las escuelas e instalaciones
 están a la derecha de la pista. Antes de la pista a la derecha
 están los hangares y la escuela de Aeroclub. ¡Que lindo recuerdo!


Esta foto es entrando en sentido contrario por la pista 10 hacia el oriente.
 Las primeras instalaciones que se ven a la izquierda de la pista
 son las de la escuela Aerocentro. ¡El verde de la sabana es inolvidable!

Envalentonado con la sensación de la nueva experiencia di mi vuelta, volví a la pista pero esta vez le puse tres puntos o sea el máximo de flaps. Reduje todo el acelerador y empecé a tratar de que esta gran ave se posara en la pista pero flotaba y flotaba sin que sus garras de goma tocaran la madre pista.

Se rehusaba a aterrizar y a medida que perdía velocidad tenía que levantar la nariz para evitar que cayera muy brusco pero al hacer esto perdí eventualmente la vista hacia delante. Devoraba metro a metro la pista y nada que venia ese familiar chillido de las gomas al rozar el pavimento.

Me empecé a quedar sin aire en mis alas y en mis pulmones. Sabía que a partir de este momento estaba perdiendo la percepción de si seguía sobre la pista o me había salido ya a un lado sobre el césped por el viento lateral.

Si tocaba el césped el tren de aterrizaje se podía enredar y perdería de inmediato el control seguido tal vez de un aparatoso y posible mortal accidente. Sentí que se me helaba la espalda y mi angelito guardián tomó mi mano derecha y me dijo, “¡No te quedes esperando algo que tal vez no sabes si vas a lograr, no seas terco, reacciona, acelera y vamos al aire otra vez!

Enseguida hundí el acelerador al máximo mientras trataba de no subir ni bajar la nariz demasiado para no caer y pegarle a lo desconocido debajo de mí.
Debido a que tenía el máximo de flaps el avión se demoraba mucho en ir tomando altura y mientras tanto mis otros ángeles se encargaban de que no le pegara a ningún objeto extraño pues ya no estaba volando sobre la pista sino a un lado de ella.

Una vez tomé algo de altura gracias a la potencia del motor fui subiendo poco apoco los flaps mientras que sentía que el corazón se me salía del pecho. Terminé la sesión y volví a la rampa de la escuela. Bajé del avión y podía sentir mi mano y rodilla derecha temblando.

Gracias Dios mio...  por dejarme continuar!

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