jueves, 25 de marzo de 2010
CLAUDIA
A medida que me adentraba en mi medio aeronáutico empezaba a conocer diferentes personajes que fueron parte de mi historia. Durante las primeras clases teóricas conocí a una hermosa estudiante que me mantenía perturbado no solo por su bella figura sino también por el hecho de que para esos entonces no era tan común ver mujeres pilotos en Colombia. Pronto hice amistad con ella y fue así como conocí a su hermano Carlos Iván, uno de los protagonistas de mi primer libro en las historias del vuelo en cometa o ala delta con quien vivimos muchas aventuras además de que es tremendo músico y me enseñó varios temas en piano.
Ella nunca se animó a volar en estos aparatos y siguió concentrándose en sus clases de vuelo. Claudia pronto me fue dejando claro que no quería nada conmigo excepto nuestra “aérea” amistad, pues ya tenía una vida bastante enredada como para involucrarse ahora. Algo que siempre le agradeceré es que me enseñó a perseverar en el ámbito de estudio y profesional. Ella fue como un “abre ojos” para mi futuro.
Gracias Claudia!
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