Continuación...
Afortunadamente ya estaba volando sobre una zona más plana. Mire adelante y vi una finca grande al lado de una carretera. Pensé que ese era el mejor sitio para aterrizar para así usar esta carretera y caminar hacia el sur buscando la vía principal hacia Honda para esperar a mis amigos.
Poco a poco todo empezó a crecer ante mis ojos a medida que me acercaba a tierra. Quería alcanzar el potrero de aquella finca pero una descendente me cambió el ángulo de planeo y ya no podría pasar por encima de la pared de piedra que rodeaba la finca. Sentí que se me congeló el estomago.
¡Si seguía así me iba a estrellar de frente contra la pared!.. ¡Que hago! Pero un poco más a la derecha estaba la solución. El gran portal sin techo de la finca estaba abierto de par en par y sabía que por ahí cabían mis alas.
Hice una pequeña corrección, aumenté la velocidad a medida que me acercaba al piso, cambié a posición de parado colocando mis manos en las barras laterales y me enfilé hacia la puerta de la finca.
Como una aventura de película pasé justo por la puerta y entré a la finca. Me sentía dichoso de haber entrado pero cuando creí que iba a aterrizar me di cuenta que el terreno adelante seguía en declive y así continué volando por varios segundos más.
Era una sensación fantástica pues volaba sobre plano como si tuviera un motor invisible. Era como si estuviera volando dentro de mis propias fantasías. ¡Que delicia!..
Pero mi diversión se convirtió en horror cuando vi que entre el alto pastizal se asomaban tres grandes rocas justo al frente mío. Abrí los ojos y mientras soltaba un madrazo viré rápidamente para evitar la primera piedra. La pasé casi rozando. Enseguida viré de nuevo en la misma dirección para evitar la segunda pero al hacerlo quedé enfrentado a la tercera y ya con mis pies rozando la tierra empujé con las pocas fuerzas que me quedaban totalmente hacia delante la barra de control. La cometa subió su nariz, empecé a arrastrarme, frenó totalmente justo a un metro de la piedra y quedé arrodillado sobre el pasto…. Grite – ¡Jueputaaa casi me la como!..¡Uffff que alivio aterricé bien!
Aterrizaje. |
– Acababa de completar dos horas y cuarenta y cinco minutos de vuelo y estaba completamente exhausto. Todas las fuerzas me abandonaron y me dejé caer ahí mismo donde estaba. Dormí debajo de la cometa como veinte minutos y sentía que todo se movía por el efecto del prolongado movimiento del vuelo en mi oído interno...
... Continuará.
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